EE UU reanuda la búsqueda del cuerpo de Jimmy Hoffa
Un antiguo líder de la mafia asegura que el cadáver de quien fuera presidente de los 'Teamsters' reposa en un campo de Oakland
MADRID Actualizado: GuardarFue el presidente del Sindicato Internacional de Transportistas (Teamsters). También uno de los mafiosos más perseguidos por parte del Gobierno, sobre todo durante la Administración Kennedy, que lo convirtió en uno de sus objetivos predilectos. Se le perdió la pista el 30 de julio de 1975 y, como en las buenas películas de gángsteres, jamás se halló su cuerpo. Ahora, casi 40 años después, EE UU ha reanudado la búsqueda del cadáver del sindicalista en Township, un lugar situado a las afueras de Oakland.
La pista la ha dado Tony Zerilli, un líder de la mafia que asegura que fue allí donde reposan los restos del archienemigo del que fuera Fiscal General de EE UU, Robert F. Kennedy, quien movilizó todos los recursos del Departamento de Justicia para tratar de encarcelar a uno de los hombres más poderosos de su tiempo y tembién uno de los más temidos, en directa competencia -o asociación, según se mire- con el capo de la mafia de Chicago, Sam Giancana, el de Florida, Santo Trafficante, y el de Nueva Orleans, Carlos Marcello.
Según informa el diario británico 'The Guardian', la policía y el FBI iniciaron las pesquisas el pasado lunes, empleando para ello equipos de excavación. El trabajo desarrollado hasta ahora no ha dado aún los frutos esperados, pero las autoridades no pierden la esperanza de encontrar el cadáver.
De acuerdo con el relato de Zerilli, Hoffa fue enterrado en un campo de Oakland situado a escasos 20 kilómetros del restaurante donde fue visto por última vez en julio de 1975. Supuestamente, iba a reunirse con dos conocidos miembros de la mafia, Anthony 'Tony Jack' Giacalone y Anthony 'Tony Pro' Provenzano, cuando se le perdió la pista. En 1982 se le declaró oficialmente muerto pero desde entonces las autoridades han seguido buscando su cuerpo en un intento por resolver el caso.
El enemigo número uno de Robert Kennedy
De orígenes humildes, James Riddle Hoffa comenzó cargando camiones y a comienzos de los años treinta del siglo pasado se convirtió en líder sindical. Su ascenso se basó en una combinación de carisma personal y mano dura. Enfrentaba a pequeños empresarios con los jefes de los grandes negocios hasta que conseguía salirse con la suya. Tampoco tenía reparos en emplear miembros de la mafia para apretarle las cuerdas a sus adversarios hasta que estos daban su brazo a torcer.
Fue precisamente esa alianza con la mafia la que precipitó primero la caída de su antecesor en el cargo de presidente de los Teamsters, Dave Beck, y posteriormente la suya propia. Ambos acabaron dando con sus huesos en la cárcel por el mismo motivo: sobornar a un jurado. Y los dos gracias al empeño de Robert F. Kennedy, quien como miembro del Comité McClellan, situó a los Teamsters en su punto de mira. Su cruzada, iniciada a finales de los años cincuenta cuando únicamente era un abogado hermano de un senador de Estados Unidos, acabó dando los frutos esperados en 1964 cuando por fin pudo ver a Hoffa entre rejas. Pasaría siete años recluido, hasta que en 1971 el presidente Richard Nixon decidió conmutarle la pena con la condición de que no participase en actividades sindicales durante un periodo de diez años.
Tras salir de la cárcel, Hoffa, a quien podría rostro en el cine Jack Nicholson en la película 'Hoffa: un pulso al poder' (Danny DeVito, 1992), trató de recuperar el poder perdido y fue probablemente ese propósito, o los innumerables secretos que custodiaba, lo que le costó la vida. ¿Quién fue la mano ejecutora? ¿Quién dio la orden de matar a Hoffa? Son preguntas que aún esperan respuesta.