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Mursi rompe relaciones con Siria
Damasco tacha de «irresponsable» la decisión de El Cairo, que llama a sus ciudadanos a luchar contra el régimen de El-Asad
EL CAIRO. Actualizado: GuardarEl anuncio del presidente Mohamed Mursi de romper relaciones diplomáticas con la Siria de Bachar el-Asad ha caído en Damasco como un jarro de agua fría. El régimen ha acusado al dirigente egipcio de «irresponsable» después de que este apoyara una zona de exclusión aérea en Siria, decidiera cerrar la embajada en El Cairo y ordenara la retirada del encargado de negocios egipcio en Damasco. La oposición acusa a Mursi de intentar capitalizar «la sangre siria» para recuperar los apoyos que ha perdido en Egipto.
«El pueblo egipcio y su ejército no abandonará a los sirios hasta que se garanticen sus derechos y se elija un nuevo líder», dijo Mursi en la noche del sábado en un discurso ante más de 20.000 seguidores enfervorizados. El encuentro había sido organizado por clérigos islamistas en el estadio de El Cairo. En las últimas semanas, diversos imanes radicales han llamado a los egipcios a apoyar la 'yihad' (guerra santa) en Siria contra el régimen de Bachar el-Asad y han calificado públicamente a los chiíes como herejes, opresores e infieles, poniendo de manifiesto la profunda crisis sectaria que se está gestando en Egipto. Una fuente de la presidencia egipcia incluso llegó a decir que los egipcios son libres de unirse a la guerra en Siria y que aquellos que lo hicieran no serían castigados a su regreso a Egipto.
El presidente aseguró que había solicitado una reunión urgente de la Liga Árabe para tratar sobre los posibles medios con los que ayudar a la oposición siria. Para Damasco, Mursi «se ha unido a la conspiración liderada por EE UU e Israel contra Siria», señaló el Gobierno en un comunicado. El Ejército Libre Sirio, sin embargo, valoró ayer como positiva la decisión de Mursi y animó al resto de países de la región a hacer lo mismo. «El pueblo (sirio) después de que recupere la libertad no olvidará a quienes estaban con él y quienes le han apoyado y les devolverá el favor», según reza un comunicado de la oposición.
El papel de Hezbolá
En su discurso, Mursi arremetió contra la milicia chií Hezbolá y contra Irán por su intervención en la guerra de Siria. «Hezbolá debe abandonar Siria, no hay lugar para Hezbolá en Siria», señaló el presidente, quien rechazó la intervención extranjera en el país árabe. Sin embargo, el islamista apoyó el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Siria, siguiendo el ejemplo de la que la OTAN impuso sobre Libia durante el levantamiento contra Muamar Gadafi.
Pero la oposición egipcia no parece querer unirse al llamamiento del presidente, al que acusan de estar «respondiendo a las instrucciones de EE UU», denunció ayer el movimiento 6 de Abril. Según el grupo, uno de los instigadores de la revolución de 2011, «Mohamed Mursi y los Hermanos Musulmanes no tienen vergüenza en comerciar con cualquier cosa, incluso con la sangre de los mártires en Siria, para ganarse la simpatía de los egipcios». La popularidad del presidente egipcio se encuentra en uno de sus momentos más bajos, y se enfrenta a grandes manifestaciones organizadas el próximo 30 de junio contra su mandato.