Inseguridad Social manifiesta
Actualizado:Como todo esquema Ponzi o sistema piramidal, el punto de inflexión que deviene en insostenible, ya lo tenemos en España. El sistema público de pensiones basado en un sistema financiero de reparto, comienza a suponer un grave problema. No es de extrañar, ni es ninguna novedad, ya que las pirámides financieras nacen siempre con fecha de caducidad. Precisamente por eso están terminantemente prohibidas. Pero mira por donde, en la década de los años cuarenta del siglo pasado, con el nacimiento del Estado del Bienestar, la implantación de un sistema de Seguridad Social con beneficios y réditos políticos a corto plazo, para los políticos socialdemócratas del momento era la solución. Los problemas que comenzaban a fraguarse en ese mismo instante, que lo solucionaran los que gobernaran cuando el sistema creado deviniese en insostenible. Y ya estamos con creces en esa situación.
Cuando Tocqueville visitó los recién creados EE UU al poco tiempo de su independencia a finales del siglo XVIII, manifestó que ese gran país que había emergido, subsistiría hasta que los políticos norteamericanos descubrieran la fórmula de sobornar al pueblo con dinero público. Sí trasladamos la cuestión a la primera mitad del siglo XX a Europa, el referido soborno vino en forma de Estado del Bienestar. La política del Estado consistía y en parte sigue consistiendo, en la suplantación del individuo a cambio de dinero público. Diseña el sistema todo gratis. En lugar de DNI cuando nacemos, debieron colocarnos una pulsera de colores como en los hoteles a gastos pagados.
Bismark creó y organizó en 1883 el sistema de pensiones, como parte inseparable del de Seguros Sociales. En España nacía en 1908, de la mano del Instituto Nacional de Previsión. El sistema de reparto basado en la solidaridad intergeneracional, significa que los trabajadores en activo financian los que ya son pensionistas. Pero en aquel entonces, desde sus orígenes en 1883 en Alemania y posteriormente en España en 1908, la edad legal de la jubilación se fijó en los 65 años. Entonces solo el 10% de la población rebasaba esa edad. Hoy el 90% la supera. Sin embargo la edad que determina el hecho causante de la prestación de jubilación sigue siendo prácticamente la misma.
¿Financieramente que supone el sistema que tenemos? El gasto actual en Seguridad Social suponía presupuestariamente para el ejercicio en curso un déficit del 1,4% del PIB. Las últimas estimaciones proyectando el cuadro macroeconómico de referencia, sitúan el déficit en el 1,7%. Esta es la razón por la cual la Comisión Europea ha decidido subir el déficit público para el año en curso del 6% al 6,3%. Ese 1,7% representan 18.000 millones de euros. La llamada hucha de las pensiones la constituyen 70.000 millones. Es decir soportarían una situación como la de hoy de no más de cuatro años. Creo que es fácilmente entendible la necesidad de reformar el sistema que tenemos. El status quo actual es calificado de «inseguridad social manifiesta». Respetando en lo posible a los que hoy son pensionistas, iniciemos sin demora el tránsito a un sistema de capitalización que complemente el de de reparto. Fijémonos para ello en los sistemas austríaco y sueco, como modelos a seguir.