A juicio por intentar envenenar el agua de complejos turísticos

El supuesto terrorista islamista, Abdellatif Aoulad, que fuera detenido el verano de 2011 en La Línea, acusado de planear el envenenamiento de depósitos de agua de complejos turísticos de la provincia y de otras zonas del país, declaró ayer ante el tribunal de la Audiencia Nacional que lo juzga. El fiscal atribuye a Aoulad la comisión de un delito de integración en organización terrorista y otro de difusión de terrorismo, por lo que solicita para el procesado una pena de 10 años de cárcel.

La principal prueba contra el acusado es el rastro que dejó en internet donde recogió métodos de ‘La enciclopedia de los venenos’ y consultó también la receta para la producción de la toxina de la botulina. Dichas informaciones, que presuntamente utilizaría para elaborar los tóxicos, se las descargó a través de los link que le facilitaron en los foros yihadistas Al Sumukh y Ansar Al Mujahideen, en los que participaba activamente, según el Ministerio Fiscal.

El procesado, que es astrónomo, habla al menos cinco idiomas y tiene importantes conocimientos de informática, reconoció ayer que entraba en esas páginas, pero que lo hacía como ‘hacker’ apropiándose de la identidad de otras personas para poder obtener información de la organización terrorista y venderla a televisiones, entre ellas la cadena de televisión catarí Al Yazira.

También ha confirmado que viajó por muchos países, entre ellos Qatar, Siria, Jordania y Emiratos Árabes, y que durante dos meses trabajó para la Policía marroquí, país del que es originario, para facilitarle información sobre Al Qaeda en el Magreb islámico. Pero aseguró que esa colaboración era bajo amenazas, que también sufrían su familia. Por este motivo y la falta de derechos que existen en su país, declaró el acusado, decidió huir a España.

Eligió La Línea para instalarse. En la provincia gaditana estuvo un año antes de su detención. Justificó su trabajo como ‘hacker’ porque su situación económica no era satisfactoria. Sin embargo, una empleada de una oficina de envío de dinero de la localidad linense, que declaró por videoconferencia, dijo que Aoulad enviaba 150 euros cada dos días, según él a su mujer o a su hermano. La testigo describió que en ocasiones mostraba agresividad.

En la vista prestaron declaración también agentes de la Guardia Civil que participaron en la instrucción y en la investigación y que han ratificado sus informes y su opinión de que el acusado quería envenenar el agua. Indicaron cómo los foros donde entraba el acusado eran utilizados para reclutar y captar nuevos miembros yihadistas, así como para adoctrinar y formar terroristas.

El fiscal considera probado que fue él quién pidió en esos foros documentos sobre venenos y que son frases suyas estas: «Te agradezco mucho la ayuda, que Dios te compense con el paraíso. Haré la prueba con la ayuda de Dios y te informaré de los resultados. Alégrate». «Dios mío concédeme el martirio por tu causa. Que tenga valentía y la suficiencia. Que mi cuerpo vuele en pedazos, por amor a ti, hasta el punto de no poder reunirlos y enterrarlos en la tumba. ¡Dios, Amén!».