Libertad condicional para 'la presa personal de Chávez'

La jueza venezolana María de Lourdes Afiuni fue beneficiada hoy con la libertad condicional después de pasar más de tres años y medio presa, dos de los cuales en régimen de prisión domiciliaria, y ahora su defensa ha anunciado que se propone limpiar su nombre y demostrar que es inocente.

Afiuni, apresada en diciembre de 2009 por la supuesta liberación irregular del banquero Eligio Cedeño, salió del encierro de su apartamento en el este de Caracas tras recibir la notificación del juzgado y después de que un camión militar se llevara a la media docena de agentes que vigilaban el lugar.

La magistrada salió a la puerta de su residencia, donde fue recibida con una gran bandera de Venezuela, gritos y aplausos de decenas de vecinos que desde hacía ya un rato esperaban para verla con el cielo de techo. "Vamos a dejar clara la inocencia de la doctora María de LourdesAfiuni en este juicio lamentable que se le está haciendo a una juez por haber dictado una decisión ajustada a derecho", dijo a periodistas el abogado de la magistrada, José Amalio Graterol al dirigirse a la casa de la letrada para acompañarla en la buena nueva.

Las acusaciones que pesan contra Afiuni, inmersa en pleno proceso penal en su contra, son corrupción, "el más grave", y abuso de autoridad, delitos que quiere limpiar de su expediente y que, Graterol asegura, se logrará tras la continuación del juicio que "en pocos días" terminará. La jueza disfruta hoy de libertad condicional, una semana después de que la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, solicitara sustituir la medida de prisión domiciliar por otra "menos gravosa" como la presentación cada quince días ante un juzgado.

Y además de visitar el juzgado cada quince días la jueza debe atender una serie de prohibiciones entre las que se cuenta la imposibilidad de abandonar el país sin permiso de la justicia, hablar con medios nacionales o internacionales o escribir en redes sociales. Al salir a la calle no habló, pero mantuvo la sonrisa, repartió abrazos y se hizo fotografías con las decenas de personas que se acercaron a saludarla antes de partir a la iglesia de su parroquia, San Rafael de la Tahona. "Ella está libre y falta que le quiten la mordaza, se la vamos a quitar en el juicio oral y público que se sigue en su contra", dijo Graterol acompañado de la jueza.

Capriles celebra la liberación

La defensa también dijo que según los informes médicos, Afiuni debe ser intervenida quirúrgicamente de uno de sus ovarios y que el próximo lunes se realizará nuevos chequeos, además de someterse a una revisión de uno de sus senos aquejado por quistes y un principio de osteoporosis generado por la falta de sol en estos años de presidio.

El líder de la oposición y excandidato a la Presidencia Henrique Capriles celebró la liberación de Afiuni en su cuenta en Twitter @hcapriles al tiempo que señaló la necesidad de "cambiar" el sistema judicial. "¿Quién le devuelve el tiempo a la Jueza Afiuni, le resarce todo lo sufrido?" Tenemos que cambiar la justicia, es tarea común, agregó Capriles en la red social. Hasta el momento ninguna fuente oficial del Gobierno ha hecho comentario alguno sobre la libertad de la jueza.

A lo largo de tres años y medio, la magistrada y su defensa se valieron de recursos legales para evitar un proceso judicial encabezado por jueces a los que acusaron de no ser imparciales en el juicio y de servir a los intereses del Gobierno del presidente Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado. Chávez pidió el 11 de diciembre de 2009 en cadena de radio y televisión, un día después de que se conociera la liberación e inmediata fuga de Cedeño, que se castigara a Afiuni con 30 años de cárcel por la evasión del banquero.

Organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales se pronunciaron a favor de la magistrada y pidieron su liberación o un juicio justo y sin presiones del Gobierno. Entre las organizaciones internacionales que salieron en defensa de Afiuni está "Human Rights Watch" (HRW) que denunció las condiciones "inhumanas" de la cárcel en la que la jueza pasó los primeros trece meses de presidio antes de ser enviada a su casa. Amnistía Internacional (AI) pidió su liberación y cree que en esta causa hubo una "indebida interferencia política".