Wert afirma que el 'Lapao' es catalán y que se ha creado un «falso problema»

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha afirmado hoy que la denominada Lengua Aragonesa Propia del Aragón Oriental, conocida en Cataluña como "Lapao", "es nada", es lo "que tradicionalmente se ha llamado la lengua de la Franja o catalán", y que con esta polémica "se ha creado un falso problema".

Tras afirmar en una entrevista en Catalunya Ràdio que no quiere "líos" con Aragón por esta cuestión, ha señalado que se trata de una cuestión de legislación autonómica, y que él es "respetuoso" con las competencias de las comunidades autónomas.

Wert considera que "con esto se ha creado un falso problema que se ha sacado de madre", y que la consejera de Educación y Cultura del Gobierno aragonés, Dolores Serrat, le explicó que lo que se ha hecho en Aragón es crear un mapa de prevalencia lingüística.

Según este mapa, "y con esto la mayoría de los filólogos catalanes estarán de acuerdo, está la zona de Aragón Oriental, que es una de las cunas del catalán, y hay unas modalidades y hablas específicas", como ocurre en el Valle de Arán con el aranés, ha indicado el ministro.

En la entrevista, Wert ha negado además que la nueva ley educativa quiera eliminar la inmersión lingüística en Cataluña, sino que entiende que "es la primera vez que una ley del Estado se reconoce, porque así lo ha hecho el Tribunal Constitucional, que es una de las opciones de planteamiento lingüístico".

También ha defendido la reválida como una prueba con enfoque competencial para saber el grado de adquisición de las competencias definidas en el currículum, y con el mismo enfoque que las pruebas PISA.

El ministro ha puntualizado que, en países que habían suprimido estas evaluaciones, las han reintroducido, y en todos ellos se ha producido "una clarísima mejora en el sistema educativo", por lo que cree que la crítica que se hace a esta evaluación "es ideológica".

Wert ha insistido en que la Lomce tiene como objetivo primordial reducir el temprano abandono escolar, que llega al 25%, lo que "nos coloca en situación de singularidad indeseable en el contexto europeo" y es "una tremenda rémora" para el progreso de la sociedad española.