Tres científicos piden ser congelados al morir

El sueño de Walt Disney ya no resulta demasiado original. Cada vez son más los que fantasean con una dulce inmortalidad gracias a técnicas como la criogenia. La probabilidad de que una persona vuelva a la vida tras ser congelada ha sido debatida hasta la saciedad, alimentando tanto la literatura especializada como cualquier tipo de registro de la ciencia ficción. Pero la macabra controversia podría adquirir ahora unos tintes más realistas después de que tres académicos de la prestigiosa Universidad de Oxford hayan manifestado sus intenciones de ser congelados tras su fallecimiento, con la esperanza de regresar a la vida cuando los avances de la medicina hayan encontrado una cura a sus enfermedades.

Según relata el diario británico 'The Sunday Times', el profesor de Filosofía Nick Bostrom y su colega Anders Sandberg, ambos del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Oxford Martin School, desean que sus cabezas sean preservadas en nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados centígrados. Mientras, otro académico del mismo centro, Stuart Armstrong, ha manifestado que quiere que su cuerpo entero sea congelado. Todos ellos pagarán una cantidad de 60.000 euros para llevar a cabo el proyecto.

«Mi esperanza es que quizás en 100 o 200 años la sociedad habrá desarrollado las tecnologías para revivirme y curarme de lo que me haya causado la muerte. Me despertaré en un mundo completamente nuevo y eso me parece muy emocionante», declaró Sandberg al periódico.

En la actualidad, congelar la vida no deja de ser una aventura demasiado arriesgada y el mundo de la ciencia se mantiene escéptico respecto a la posibilidad de despertar en un futuro. Pero Bostrom, quien se ha especializado en física, neurociencia computacional y lógica matemática, se mantiene optimista y prefiere no descartar opciones.