Un etarra en busca y captura presume en un vídeo de su vida en Francia

Se llama Jokin Aranalde Olaondo. Sobre él pesa una orden europea de detención. Sin embargo, en internet se puede encontrar un vídeo en el que se le ve paseando por un pueblo del sur de Francia. Aparece tranquilo y contesta pausadamente a las preguntas del entrevistador. Lo hace con la misma parsimonia con la que en otras ocasiones se le ha visto aparecer en un acto de esta semana en Ascain, en la presentación de la asociación EIPK, de la que formará parte.

No parece que se esté hablando de un supuesto miembro de ETA. Tampoco de un prófugo de la Justicia. La Audiencia Nacional emitió en 2004 una orden de búsqueda y captura por no cumplir las comparecencias quincenales que el entonces magistrado Baltasar Garzón. Aranalde fue detenido en 2002 por una operación que las Fuerzas de Seguridad contra el ‘comando Donosti’ y, entonces, fue acusado de un presunto delito de colaboración con banda armada. Sin embargo, y a pesar de tener la cita con las autoridades judiciales programada cada quince días, no se sabe nada de él desde hace casi nueve años.

“Yo soy Jokín Aranalde, tengo 67 años y nací en un pueblo pequeño Gaztelu”, afirma en euskera la pieza de 15 minutos que se puede ver en la web de EIPK. Es un miembro histórico de la ilegalizada Batasuna de la que se define como “como antiguo coordinador” de la formación.

Cuenta, entre otras cosas, lo sencillo que es hacer “papeleo” o las “pocas dificultades” que ha tenido en “Iparralde” para encontrar trabajo, en unas declaraciones que ha recogido el diario ‘La Razón’, en su edición impresa. Explica que se siente “totalmente reinsertado”. Denuncia que su primera detención ocurrió en Navarra en 1987 y que en aquella ocasión “fue torturado”. Su hija, Maite Aranalde, también está en busca y captura por presunta pertenencia a la banda terrorista.