Rosario La Tremendita y Rocío Molina posan tal y como se les ocurrió el espectáculo 'Afectos'. :: LA VOZ
Sociedad

La paradoja de los 'Afectos'

Bailaora y cantaora llevan al Teatro Falla un original espectáculo que ahonda en la búsqueda de la intimidad y la sencillez Rocío Molina y Rosario, La Tremendita en el Festival de Danza

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Rocío Molina y Rosario, La Tremendita se han arañado el alma para idear y desarrollar su espectáculo conjunto 'Afectos'. Un cruce de miradas durante una tarde cualquiera pasada en dos sillas enfrentadas fue el origen del proyecto, uno más compartido, de la bailaora y la cantaora. De esa búsqueda, tan desgarradora como reconstituyente, las artistas, malagueña y trianera, han puesto en pie un montaje que triunfa por donde itinera. Los críticos alaban su fuerza y fragilidad, una continua contradicción que dura 75 minutos. De este tiempo de sencillez y hondura son partícipes hoy los gaditanos. El Festival Cádiz en Danza vive esta noche en el Gran Teatro Falla una de las citas más importante de la duodécima edición del encuentro con el baile contemporáneo de la capital gaditana.

Sin haber participado nunca de él, Rocío Molina tiene una excelente opinión sobre el mismo. De ahí sus ganas, de ella y de La Tremendita, de subirse a un escenario que, bien saben, es tan exigente como agradecido. Pablo Martín, con su contrabajo, completa la trinidad sobre la que se sustenta 'Afectos', «un espectáculo basado en la búsqueda de la sencillez y la intimidad», cuenta la bailaora. En su retrospección -que ha durado un año y medio y se alimenta con cada función- Molina y La Tremendita han percibido la grandeza de las cosas pequeñas, una caricia, un abrazo, el susurro, la risa, en definitiva, los afectos. Asimismo, en el espectáculo se trata la incomunicación, desde su propio lenguaje, para mostrar el camino hacia la comunicación. Una muestra más de la enorme y bella paradoja del sentimiento humano.

El último pilar, el contrabajo

Aunque hablamos con Rocío Molina, (Premio Nacional de Danza 2010), los méritos de 'Afectos' son compartidos con la cantaora sevillana que es la responsable junto a Pablo Martín del apartado musical. De hecho, Rosario La Tremendita ha sido la directora musical de los últimos espectáculos de Molina. De esa amistad y admiración mutua, resultó aquella tarde de sillas enfrentadas y de una loca lucidez. ¿Coproducimos algo juntas? «Parece que es fácil, pero después todo se va complicando», comenta la malagueña, quien no hace más que destacar lo fácil que le resulta trabajar con su compañera. «Nos compenetramos muy bien, ella tiene mucha visión de las cosas y sabe frenarme. Además, se presta a todo, no tiene miedo y sí mucha seguridad».

'Afectos' es flamenco, pero con sonidos nacidos del contrabajo y varios 'loops'. Las artistas cantan y bailan por bulerías, soleás, peteneras, guajiras, rumbas o tangos en ese camino estético que las conduce a la risa y al llanto, a la fragilidad y la raza, al silencio y la vibración. «Nos hemos sorprendido mucho con lo que hemos hecho, con lo que hacemos, cada vez le damos más fuerza, al propio proyecto y a nosotras mismas sobre el escenario», cuenta Molina. Ninguna de las dos ha llegado a la treintena y sus carreras están escalonadas en éxito tras éxito. El más importante para la bailaora malagueña, sin duda, el Nacional de Danza. «Estoy contenta con el recibimiento que suelen tener mis espectáculos, pero no vivo pensando en ello. Es algo más, si lo que hago es bien recibido, mejor que mejor, pero no me preocupa demasiado», subraya. Tras 'Afectos', Rocío y Rosario seguirán de nuevo su camino por separado, aunque siempre ayudándose la una a la otra. O, quién sabe, vuelvan a unir sus talentos tras un cruce de miradas, sentadas frente a frente, pasando una tarde cualquiera...