Competencia ve riesgos en la futura ley de Cámaras

No es contrario 'per se' al funcionamiento del libre mercado, pero sí conlleva claros riesgos para el mismo. Es el balance que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha hecho del anteproyecto de ley básica de las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación, que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 10 de mayo.

Negro sobre blanco, lo que observan los técnicos de la CNC es que el Ejecutivo debería tener en cuenta varias circunstancias antes de seguir adelante con la redacción actual del texto. De un lado, advierte de que «podría generar un incremento de las cargas administrativas», tanto para las empresas como para la propia Hacienda -que habría de colaborar para componer un listado público de sociedades-, lo cual «no se alinea con otras iniciativas de este Gobierno», destacan.

De otro lado, desde Competencia se observa que la adscripción obligatoria de las empresas con carácter territorial «podría fomentar fraccionamientos del mercado nacional», puesto que tendría que registrarse en una o varias cámaras (en función de su origen y actividad) «sin posibilidad de elegir», por ejemplo, aquella que mejores servicios le pudiera prestar o resultara más diligente.

También llaman la atención los técnicos de la Comisión sobre los riesgos que para la competencia se derivan del propio carácter público que el texto concede a las cámaras, pese a que dentro de ellas conviven otras condiciones que son privadas, amén de que no ven que esa doble atribución se encuentre justificada en su necesidad o en su proporcionalidad. Lo sería, advierten, si ello ofreciera ventajas competitivas respecto a otros operadores en mercados de servicios donde operen las cámaras, algo que no aprecian.

Asimismo, respecto a su modelo de financiación, la coexistencia de ayudas públicas con las aportaciones privadas de las empresas tampoco es vista con buenos ojos desde la CNC, que piden limitar las primeras.