Fallece sor Teresita, la monja con más años de clausura
La religiosa española tenía 105 años, de los que 86 los pasó sin salir del convento
MADRIDActualizado:Sor Teresita, la monja con el récord mundial de clausura, ha fallecido hoy a los 105 años. Esta religiosa alavesa centenaria ha pasado 86 años de recogimiento en el Convento de la Madre de Dios de Buenafuente del Sistal (Guadalajara). En este tiempo ha visto ocupar la silla de Pedro a diez papas distintos, desde Pío X hasta Francisco, pasando por el carismático Juan XXIII.
Mucho ha cambiado el mundo desde que sor Teresita se recluyó en el convento con 19 años. Sin embargo, no pareció añorar nada más allá de los muros del edificio religioso. De hecho, en más de ocho décadas solo rompió su clausura un día para acudir a una audiencia con Benedicto XVI. Fue el 20 de agosto de 2011, durante la visita de Ratzinger a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El hoy Papa Emérito quedó impresionado por la entrega de la religiosa durante más de ocho décadas. Pero este encuentro tenía algó más de especial para ambos. Y es que se da la coincidencia de que sor Teresita ingresó en el convento de Guadalajara el 16 de abril de 1927, el mismo día en que nació Joseph Ratzinger.
"Se mostró muy impresionada por la que se había organizado y por la delicadeza con la que la trataron", explicó el capellán del convento donde la religiosa lleva ocho décadas entregada a la oración. Durante su conversación, la monja regaló a Benedicto XVI un rosario blanco y un ejemplar dedicado de '¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?', libro que recoge sus testimonios y los de otras nueve monjas de clausura. A la reunión también asistieron el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, la superiora del convento, madre María, y el citado capellán, que hizo hincapié en que "la monja tiene una mente tan lúcida y una capacidad de comprensión tal que se mantuvo serena en todo momento".
Y es que la avanzada edad no restó ilusión a la religiosa, que participaba en todo momento -dentro de sus posibilidades- de la vida del convento. Tampoco se vio mermada su lucidez. Cuando todo el convento estaba revolucionado al conocer la renuncia de Benedicto XVI, sor Teresita dio muestras de su templanza. "Si no puede seguir adelante, ha hecho bien. Yo seguiré rezando por él", aseguró.