«Guarros, a ver si os ducháis, sois unos cerdos, oléis mal»

Guerra frontal en el IES Universidad Laboral. Según pudo saber ayer EL COMERCIO, una veintena de padres y madres del centro educativo denunciaron junto a sus hijos al director del centro, Gregorio Rodríguez, muy poco antes de que uno de los profesores del instituto, M. R. A., fuese apartado de sus funciones por «someter a lapidación» a sus alumnos, además de por no respetar la planificación docente y los sistemas de calificación y ausentarse de clase «para ir al abogado».

Son casi las mismas denuncias que las familias trasladaron a la jefa de la inspección educativa (el 20 de marzo) y a la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Educación (el 15 de abril, en vísperas de que el profesor fuese expedientado). Críticas como que Gregorio Rodríguez se ausentaba del aula «nada más comenzar la clase» y ya no regresaba «en toda la hora lectiva», teniendo que ir a buscarle los estudiantes «para rogarle» que volviese. O que dejaba a los estudiantes «encerrados en el edificio, bajo llave, dando orden al personal de la consejería del instituto» para que no les abriesen las puertas «bajo ningún concepto».

«Por otro lado, no conocemos los criterios de calificación ni los criterios e instrumentos de evaluación porque nunca se los ha comunicado a nuestros hijos, aunque ellos se lo han pedido en muchas ocasiones. De hecho, ni siquiera les devuelve los exámenes corregidos para que puedan verlos y comprobar sus errores», afirman en el escrito remitido a la inspección, ante la que denuncian que los alumnos «se encuentran en una situación de desprotección, impotencia y frustración».

En el documento se suceden denuncias como que se negaba a que las familias se reuniesen con el tutor o que «las actuaciones punitivas que impone carecen de un objetivo correctivo», expulsando a los estudiantes «durante días por cualquier situación que considere fuera de la norma», por lo que las familias manifiestan su «indignación por el sentimiento de acoso, anulación, miedo y desprotección que sienten» sus hijos «por la actuación hacia ellos por parte del profesor Gregorio Rodríguez Rivas». Incluían, aseguran, «descalificaciones verbales continuas a los alumnos», sus hijos. Expresiones como «tontos, guarros, a ver si os ducháis, sois unos cerdos, oléis mal y otro tipo de expresiones descalificativas y despectivas».