Cuatrocientas páginas de horror nazi
Hallan en EE UU el diario del confidente de Hitler Alfred Rosenberg, que contiene «enorme» información sobre el Holocausto judío
Actualizado:Reuniones con Hitler, Himmler o Göering. Detalles de los macabros planes del Tercer Reich para exterminar a millones de judíos. Datos desconocidos sobre la invasión alemana de la Unión Soviética. Estas son algunas de las informaciones que recogen las 400 páginas del diario del ideólogo nazi Alfred Rosenberg recuperadas por el Gobierno de Estados Unidos. El manuscrito de este importante colaborador y confidente del Führer ofrece información de primera mano sobre una de las etapas más negras en la historia de la humanidad. En concreto, el manuscrito podría aportar grandes novedades relacionadas con las actividades y el comportamiento de la cúpula nazi desde la primavera de 1936 hasta el invierno de 1944.
«La documentación es de enorme importancia para el estudio de la etapa nazi y la historia del Holocausto», explicó en un comunicado el Museo del Holocausto de Estados Unidos, ubicado en Washington. Según un primer análisis de la institución, en las 400 páginas se describen reuniones con los líderes del partido, incluido el Führer. Pero también desvela las tensiones entre la cúpula dirigente tras el vuelo fallido de Rudolf Hess a Reino Unido en 1941 con el objetivo de iniciar conversaciones de paz y que terminó con el avión estrellado y Hess en una prisión de por vida. Y es que, como han afirmado sus descubridores, el diario aportará gran información sobre la política nazi y, especialmente, sobre el Holocausto. «Puede complementar e incluso contradecir la documentación conocida hasta ahora», aseguran los investigadores.
No es de extrañar la expectación despertada entre los historiadores. Y es que Rosenberg no era un militante cualquiera, sino un preboste del régimen nazi. Incluso se afilió al Partido de los Trabajadores Alemanes (posteriormente rebautizado como nacionalsocialista) antes que el propio Hitler.
Empezada la guerra, Rosenberg fue el encargado de coordinar el saqueo del arte judío por toda Europa y de poner en práctica las políticas de supremacía racial en los países del Este ocupados en el viejo continente, con el resultado de decenas de miles de muertos y deportados. Finalizado el conflicto trató de huir, pero fue interceptado por los aliados. En los juicios de Núremberg quedó demostrada su participación en el exterminio de los judíos gracias, entre otras cosas, a las pruebas anotadas en su diario. Fue condenado a muerte por crímenes contra la humanidad y ejecutado en octubre de 1946.
Sin embargo, tras su muerte el diario desapareció dando comienzo a una larga investigación para recuperarlo. Las sospechas recayeron desde un principio en Robert Kempner, uno de los fiscales en Núremberg. Kempner era alemán, pero huyó a Estados Unidos tras el ascenso de Hitler. En sus memorias publicó algunos extractos del diario de Rosenberg, pero al fallecer en 1993, entres la numerosa documentación no había rastro del manuscrito. Sin embargo, el Museo del Holocausto no se rindió y con la ayuda de un agente de Investigación y Seguridad Nacional hallaron, por fin, el diario en casa de un académico de Nueva York donde anteriormente residió el secretario de Kempner.