El actual presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem. :: EFE
Economia

Bruselas decidirá en otoño si prolonga el rescate de la banca española

La prórroga abriría la puerta a los 59.000 millones sobrantes del salvavidas para evitar sorpresas tras el duro examen del BCE al sector

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La Comisión Europea aguardará hasta el otoño para decidir si es necesario prorrogar el rescate de la banca española. El Ejecutivo comunitario, que lidera la troika encargada de vigilar el salvavidas junto al BCE y el FMI, quiere tener más datos sobre la evolución de la economía nacional y la pronunciada corrección de precios en el sector inmobiliario. Previsiblemente, la resolución de Bruselas se conocerá antes de que el banco central lleve a cabo un pormemorizado examen de las principales entidades comunitarias dentro de sus nuevas atribuciones como supervisor único del sector. El Eurogrupo ha advertido de que esta revisión podría arrojar resultados «preocupantes» en algunos países.

España pidió auxilio a sus socios hace un año para apuntalar la solvencia de la banca. En pleno huracán en los mercados y con el futuro del euro en entredicho, los integrantes de la moneda única aprobaron un cheque de 100.000 millones para recapitalizar el sector financiero. Tras diversos análisis, se estimó que la ayuda necesaria se limitaba a 41.000 millones que se desembolsaron progresivamente. A cambio de esta suma, el Gobierno se comprometió a un saneamiento integral de las entidades y a no bajar la guardia en la lucha contra el déficit durante la vigencia del programa de asistencia, que teóricamente concluirá el próximo 31 de diciembre.

Como sucede con el resto de rescates, a medida que se acerca su final se enciende el debate sobre si será necesaria una prórroga. En Bruselas se insiste en que todavía es «pronto» para pensar en una ampliación, pero no se descarta abiertamente. En caso de que se apostara por la prolongación, España dispondría de esos meses extra para utilizar el dinero sobrante del salvavidas. Es decir, podría solicitar parte de los 59.000 millones restantes para inyectar más fondos a las entidades. Aunque el Gobierno ha insistido en que cuenta con recursos suficientes para hacer frente a posibles contratiempos, la decisión contribuiría a mantener la calma en los mercados y, probablemente, conllevaría más exigencias por la extensión en el tiempo del crédito.

El veredicto llegará el próximo otoño cuando la troika disponga de la información que necesita. Dos factores parecen clave: la evolución de la economía y la caída de los precios en el mercado inmobiliario. En su último examen sobre la marcha del salvavidas, la troika urgía al Gobierno a «vigilar estrechamente» a las entidades ante la «adversa» situación económica. Los inspectores internacionales tendrán muy en cuenta en su decisión una revisión ordenada por el Banco de España.

Antes del 30 de septiembre, las entidades deberán clasificar sus préstamos refinanciados en base a unos criterios más estrictos, lo que podría obligar al sector a asumir unas provisiones adicionales de 10.000 millones por posibles pérdidas.

Colchón de seguridad

El debate sobre la extensión del rescate también se ha visto alimentado por los preparativos del BCE de cara a su nueva tarea como supervisor único de la banca. Antes de asumir esos poderes en la primavera de 2014, llevará a cabo un detallado diagnóstico de los activos de cada entidad. Todavía no hay fecha definitiva, pero el proceso culminará a finales de este año o principios del próximo. Dado que se espera que el análisis sea muy duro, la ampliación del salvavidas español serviría como colchón de seguridad ante la exigencia de nuevas recapitalizaciones.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, anticipó hace un mes la rigurosidad con que se empleará el BCE. «El resultado de la revisión lo desconocemos, pero podría ser preocupante tanto para algunos bancos como para algunos países», remarcó. El responsable holandés esgrimió ese argumento para reclamar a los socios más esfuerzos con las piezas pendientes de la unión bancaria.