El 'submarino' sale a flote

Lo que empieza mal no tiene por que acabar peor. Tras volver a la división de plata tras doce años en la élite del fútbol español, el Villarreal reestructuró su plantilla para volver a la máxima competición, y empezó por el banquillo. Fichó a un gran técnico con experiencia en ascensos, Manolo Preciado, pero desgraciadamente falleció poco después de su nombramiento. El club, ante este contratiempo, decidió poner al frente de la plantilla al entrenador del filial, Julio Velázquez, pero la irregularidad del conjunto hizo que el presidente lo destituyera en enero.

Y llegó el técnico del ascenso, Marcelino García Toral, quien hizo que el ‘submarino saliera a flote’ hasta certificar el segundo puesto, que da acceso directo a Primera. No fue un camino fácil, ya que jugadores como el argengino Cavenaghi o el italoestadounidense Rossi, que se presuponía que iban a liderar el equipo, abandonaron el proyecto a mitad de temporada. Pese a tanta adversidad, el conjunto se rehizo y logró el objetivo marcado a principio de la campaña: volver a la máxima categoría del fútbol español.

Los castellonenses solo han permanecido durante ocho jornadas en puestos de ascenso directos por las dieciocho que estuvo su principal rival por la segunda plaza, el Almería, lo que deja constancia de la remontada que lograron los jugadores de Marcelino en el último tramo de la competición.

Pese a ser un club que solo ha jugado trece temporadas en primera división, el Villarreal tiene el orgullo de haber participado en distintas ediciones de la Liga Europa y en la ‘Champions’. Incluso llegó a las semifinales de la máxima competición del fútbol europeo, ronda en la que quedó eliminado después de que Riquelme fallara un penalti.

La temporada pasada, en la que descendió en la última jornada, también participó en la ‘Champions’, pero quedó apeado en la fase de grupos. Tras 392 días, el ‘submarino amarilla’ vuelve a ocupar un lugar entre los grandes.