Un anciano acuchilla a su mujer e intenta suicidarse en una residencia
La víctima, de 92 años, sufrió una lesión en el cuello y permanece hospitalizada en el Hospital fuera de peligro
| VALENCIAActualizado:«¿Qué ha pasado?». En el patio de acceso a la residencia de personas mayores dependientes de la Conselleria de Bienestar Social de Massamagrell ( Valencia) iba ayer esta pregunta de boca en boca. Ni los internos, ni los familiares sabían el por qué de la presencia hacía unas horas de una ambulancia y de varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local. El mutismo más absoluto se instaló en el centro.
La razón, la agresión que poco minutos después de las tres de la tarde había protagonizado un anciano de 83 años sobre su mujer. Según confirmaron fuentes sanitarias, el hombre atacó con un cuchillo a su esposa, de 92 años, cuando ambos se hallaban en el interior del asilo de titularidad pública.
Desde la Conselleria de Bienestar Social no aclararon las circunstancias en las que se produjo la agresión, ni los motivos de la misma, o cómo actuaron los responsables de la residencia ante lo sucedido, pese a tener lugar en un centro de su responsabilidad.
Las mismas fuentes antes citadas sí señalaron que la víctima sufrió una lesión en el cuello. Su marido, al parecer, trató de quitarse la vida tras lo ocurrido. Con el mismo cuchillo se causó un corte en una muñeca, aunque de carácter leve. Víctima y agresor fueron trasladados al Hospital Clínico de Valencia para evaluar su estado. Al cierre de esta edición, los dos permanecían ingresados, aunque la vida de ninguno de ellos corría peligro. El hombre fue detenido como autor de la agresión por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Massamagrell.
Por la tarde, la tranquilidad más absoluta había regresado al centro de la tercera edad. Tanta, que hasta desde el propio centro negaban que se hubiera producido ninguna agresión. «Aquí no ha ocurrido nada», aseguró una trabajadora en conversación telefónica con LAS PROVINCIAS. La propia directora del centro negó a este periódico poder dar ninguna información. «Nos han dicho que no digamos nada», fue su explicación.
En el patio, media docena de ancianos disfrutaban del fresco de la tarde sin ser conscientes de lo sucedido horas antes. «No les han dicho nada. Sólo han visto la ambulancia, pero han pensado que se trataba de alguien enfermo. Si preguntaban '¿qué ha pasado'? no les decían nada», explicó Juan, hijo de un hombre interno en la residencia. Tampoco los vecinos de la zona, un humilde barrio de Massamagrell, se percataron de lo ocurrido. «Ha venido una ambulancia, pero por aquí pasan a menudo. Están muy malitos los abuelitos...», explicó María, residente en la finca situada frente al asilo.
No es la primera vez que una residencia en Massamagrell es escenario de una luctuosa noticia. En 2006, cinco internos de la residencia de ancianos San Lorenzo de Brindis de la localidad valenciana murieron al declararse un incendio a causa de un cortocircuito en la enfermería. Años después, los acusados del siniestro evitaron ir a la cárcel. El director del centro, el médico y el hijo del propietario aceptaron reconocer los hechos a cambio de ser condenados a 18 meses de prisión. Al ser una pena inferior a los dos años de prisión y no tener antecedentes, no entraron en la cárcel.