El falso shaolín pudo haber engañado a su primera víctima
Le habría prometido un trabajo en su gimnasio para llevarla hasta el recinto donde supuestamente la mató y descuartizó
BILBAOActualizado:El falso shaolin Juan Carlos Aguilar pudo haber engañado a su primera presunta víctima, la colombiana Jenny Sofía Rebollo, prometiéndole un trabajo en su gimnasio, para llevarla hasta el recinto donde supuestamente la mató y descuartizó.
El presunto asesino pudo haberse aprovechado de la situación de desesperación de Jenny, que no tenía trabajo y había sido expulsada de la casa donde vivía de alquiler, y que según sus allegados, tenía problemas con el alcohol y había 'perdido el norte' tras separarse de sus dos hijos, ya que uno de ellos reside en Colombia y del otro le había sido retirada la custodia y dada a su padre, de quien estaba divorciada.
Consciente de ello, el maestro de artes marciales pudo haber ofrecido un trabajo a la colombiana en su gimnasio como forma de llevarla hasta allí sin levantar sospechas. La hermana de la víctima, Yira, ha relatado al diario colombiano 'El meridiano de Córdoba' que habló con ella por última vez el pasado 21 de mayo. En esa conversación, Jenny le dijo a su hermana que había encontrado trabajo en un gimnasio de yoga, de modo que pronto tendría un salario fijo y de esta forma podría mandar dinero a su madre, Benicia Tuirán.
Jenny, de 40 años, se trasladó a Bilbao a finales del año 2000, porque, según dijo a su familia, no quería seguir viendo los paisajes que había compartido con su primer hijo, de 7 años, que fue atropellado mortalmente por un coche.
Inestabilidad emocional
En Bilbao trabajó de peluquera, llegando a montar su propio negocio, pero que no prosperó. Tuvo otro hijo, de padre vizcaíno, que fue llevado a Colombia para dejarlo al cuidado de su madre. Después inició una relación con un vecino de Galdakao (Bizkaia), con quien tuvo otro hijo. Su relación, sin embargo, resultó tormentosa y ambos intercambiaron denuncias por violencia doméstica. Su estado emocional empezó a agravarse y la retirada de la custodia de su hijo menor, de 4 años, la sumergió en una espiral descendente que la llevó a tocar fondo.
Comenzó a tener problemas con el alcohol, protagonizando diversos altercados en bares de la zona de Zabalburu, el último el día antes de que el falso shaolín presuntamente la matara. De hecho, la rápida identificación de sus restos ha sido posible gracias a su ficha policial.
Jenny llamaba cada tres o cuatro días a preguntar por su hijo y por el estado de sus familiares en Montería (Colombia), por eso cuando dejó de llamar con la frecuencia acostumbrada comenzaron a preocuparse. De hecho, su hermano Yeiner, que también vive en Bilbao, había estado preguntando por su Jenny en los bares que solía frecuentar, tras no saber nada de ella en varios días.
Primera noche en la cárcel
Mientras tando, Juan Carlos Aguilar ha pasado su primera noche en la cárcel de Basauri tras permanecer 72 horas en dependencias policiales y declarar ayer ante el juez. La Ertzaintza trabaja ahora con la hipótesis de que Ada Otuya y Yenny Sofía Revollo no han sido sus únicas víctimas. En su primera declaración policial, Aguilar habría confesado haber descuartizado a Yenni, la mujer colombiana, y haber tirado algunos de sus restos a la ría. Según su testimonio, pretendía hacer lo mismo con Ada, la prostituta nigeriana hallada en su gimnasio en estado de coma y que falleció ayer a causa de sus graves lesiones.
El director de la Policía vasca, Gervasio Gabirondo, ha explicado que al detenido "se le veía con ciertas habilidades para alguien que sea la primera vez que usa una violencia de esas características y de la manera que la ha aplicado".
Aguilar fue arrestado a primera hora de la tarde del domingo, cuando un viandante alertó a la Ertzaintza tras observar cómo un hombre arrastraba por los pelos a una mujer que gritaba hasta el interior del gimnasio Zen4, ubicado en la calle Máximo Aguirre de la capital vizcaína. Al llegar los agentes tuvieron que tirar la puerta y en su interior se toparon con una situación dantesca: una mujer inconsciente y con ataduras en manos, pies y cuello, con golpes y heridas por todo el cuerpo. La chica, natural de Nigeria, fue trasladada a un centro hospitalario, donde falleció ayer tras permanecer tres días en coma. Los médicos nada pudieron hacer por salvar su vida tras la brutal paliza recibida. En el gimnasio, ubicado en el centro de Bilbao, fueron hallados posteriormente los restos de otra mujer colombiana, la cual ha sido identificada como Jenny Sofía Revollo.