El director de Prisiones, primera víctima de los espías en Cataluña

El escándalo de los espionajes en torno a la agencia de detectives Método 3 ya se ha cobrado la primera víctima política. Una semana después de que la oposición en bloque reclamase su cese y 24 horas antes de que el pleno del Parlamento catalán se dispusiera a hacer lo mismo, dejando sola a CiU, el director general de Prisiones de la Generalitat, Xavier Martorell, dimitió ayer de su cargo. Alegó razones personales y de salud, y para no perjudicar al Gobierno de Artur Mas.

Se aparta de la primera línea un hombre que lleva casi tres décadas, con un paréntesis en la empresa privada y en el Barça, en cargos de alta responsabilidad en los gobiernos de CiU, siempre relacionado con la seguridad. Martorell dice adiós tras comprobar que se estrechan los cercos político y judicial. Y es que informaciones acompañadas de correos y facturas le sitúan como el responsable de los espionajes a los que Método 3 sometió a, entre otros, el expresidente de la Generalitat, el socialista José Montilla, la actual vicepresidenta, la democristiana Joana Ortega, o el consejero Felip Puig. Además, el fiscal ha pedido al juez que investigue los encargos que Martorell hizo a la agencia de detectives durante su etapa como jefe de seguridad del FC Barcelona.

El escándalo estalló a raíz de la publicación de una comida entre la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola en el restaurante La Camarga, en Barcelona. Ambas denunciaron el caso y a partir de ahí se abrió la caja de los truenos. La Policía investigó a Método 3, detuvo a cuatro trabajadores y en el registro de la documentación del despacho apareció el nombre de Martorell. Se sospecha que desde su cargo de jefe de seguridad del FC Barcelona, desempeñado entre 2008 y 2011, el que fue director de la Policía catalana entre 1996 y 2004 encargó a Método 3 seguimientos a políticos, y luego cargó el importe de los trabajos al Barça. Martorell siempre lo ha negado.