Rajoy rechaza pedir el aval previo del Congreso a sus demandas ante Bruselas
El presidente del Gobierno insiste aun así en que buscará el acuerdo con Rubalcaba de cara al Consejo Europeo de final de mes
MADRID.Actualizado:No habrá un pleno monográfico para que los grupos parlamentarios discutan sobre cuál debe ser la postura de España en el próximo y trascendental Consejo Europeo de finales de este mes. Mariano Rajoy insistió ayer en que cree que es una buena idea acudir a esa cita con el respaldo de la mayoría de las fuerzas políticas, como propuso Alfredo Pérez Rubalcaba la semana pasada, pero, según aclaró el portavoz de su formación en la cámara baja, no comparecerá expresamente ante el Congreso para lograr ese inédito consenso.
Los populares sostienen que no hay razón para cambiar el «procedimiento habitual». En España los presidentes informan al Parlamento de los acuerdos adoptados en las cumbres europeas una vez que estas han tenido lugar, de hecho están obligados a hacerlo por ley, pero nunca comparecen antes en la cámara para pedir apoyo, como sí ocurre en Alemania, y tampoco someten a votación los acuerdos adoptados 'a posteriori'. Angela Merkel, por ejemplo, sudó para lograr el 'sí' del resto de fuerzas tanto al pacto fiscal como mecanismo de rescate aprobado hace un año en otro Consejo crucial.
Los socialistas sostienen que, aunque sea más gravoso, la fórmula germana es buena porque refuerza la posición negociadora del presidente del Gobierno y, además, contribuye a legitimar las decisiones adoptadas en la UE en un momento en el que los ciudadanos, y no solo en España, la cuestionan. Pero si las cosas van bien, y el diálogo entre los dos principales partidos españoles prospera, lo máximo a lo que se llegará será a la redacción y votación de una proposición no de ley. Eso dijo, al menos, Alfonso Alonso.
Quizá sea posible también ver una foto de Rajoy y Rubalcaba en la Moncloa, algo que no se produce desde hace un año. En la última semana han mantenido un par de conversaciones telefónicas y el jefe del Ejecutivo aseguró en el pleno del Senado que tiene intención de buscar el acuerdo con el líder de la oposición. Acuerdo que el PP circunscribe, de momento, solo a lo que cabe defender en Europa.
«Primera piedra»
Las posturas, en este terreno, no son en absoluto dispares. Ambos sostienen que, a través del Banco Europeo de Inversiones y del BCE, se debe facilitar el crédito a las pequeñas y medianas empresas, que hay que acelerar la puesta en marcha de medidas de estímulo para el empleo juvenil y que hay que pisar el acelerador con la integración fiscal, sobre todo, en lo que se refiere a la unión bancaria, lo que permitiría que las ayudas al sector financiero no computen como deuda del Estado.
Rajoy quiere además que tampoco las bonificaciones y ayudas para estimular la contratación de jóvenes cuenten como déficit en los procedimientos de vigilancia y sanción comunitarios. Rubalcaba propone lo mismo para las inversiones en I+D+I , pero asegura que no pone nigún 'pero' a la opción propuesta por el Ejecutivo.
Ahora bien, el líder de la oposición es algo más ambicioso en su voluntad pactista y defiende que el entendimiento en cuestiones europeas puede ser una «primera piedra» para buscar acuerdos «más importantes», siempre y cuando el Gobierno no pretenda que los socialistas «comulguen con ruedas de molino», como apuntó ayer el secretario de Organización, Óscar López
El líder del PSOE insistió en que no será fácil, pero argumentó que a través del diálogo es posible crear el clima necesario para abordar negociaciones «más de fondo y más complejas» como pueden ser las pensiones, la reforma fiscal, la de las administraciones públicas o iniciativas para el crecimiento. Tampoco se anduvo con medias tintas ni trató de erigirse en salvador. «Es evidente que nosotros no supimos arreglar la crisis; entre otras cosas, por eso nos 'echaron'», admitió.
En cuanto al resto de los grupos, las posturas son heterogéneas. Rubalcaba se reunió la semana pasada con los portavoces de CiU y PNV en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida y Aitor Esteban, y ambos postaron su dispoción al diálogo sobre políticas europeas. Sin embargo, tanto Izquierda Unida como UPyD se mantienen escépticos.
José Luis Centella, de la Izquierda Plural, argumentó que no ve al PP dispuesto a hablar de cuestiones que, a su juicio, son prioritarias y entre ellas citó la posibilidad de que el BCE pueda dar créditos directos o un plan europeo de estímulo de la economía. Por su parte, Rosa Díez, achacó el lunes el «furor pactista» de los dos principales partidos a puro electoralismo y a un deseo de «lavar la cara» ahora que todas las encuestas apuntan al fin del bipartidismo.