Florentino Pérez:«Somos insaciables»

Talento, pasión, sueños, anhelos, grandeza, unión, compromiso, orgullo y fortaleza económica sin parangón como valores fundamentales del Real Madrid pero, como se esperaba, ningún anuncio de fichajes en el discurso de investidura de Florentino Pérez como presidente. El empresario inició su cuarto mandato con constantes citas y guiños a Santiago Bernabéu, cuyo espíritu y doctrina siempre presumió de seguir como fiel discípulo, pero ni una clave deportiva. Ni siquiera avanzó el alto dirigente que el italiano Carlo Ancelotti será el nuevo entrenador, sobre todo tras confirmarse que Jupp Heynckes quiere descansar tras conquistar el histórico triplete con el Bayern de Múnich.

Evitó citar a José Mourinho tras firmar cuatro años por el Chelsea, pero entre líneas si le lanzó algún dardo envenenado al insistir en la «bandera de la ética y el juego limpio» que siempre enarboló el Real Madrid «en los triunfos y en las derrotas». También se refirió al luso el remarcar que «en este club no cabe rendirse nunca y se exige luchar hasta el final», es decir, no dar la Liga por perdida en Navidad como hizo ‘Mou’ al ver que el Barça se escapaba.

Candidato único a las elecciones -los estatutos del club impiden postularse a quien no sume al menos 20 años de antigüedad como socio y no pueda avalar el 15% del presupuesto (unos 80 millones) con su junta directiva-, Perez salió al estrado en un palco de Chamartín repleto de autoridades. Le respaldaron con su presencia la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y los presidentes de Atlético, Getafe, Rayo y Valladolid, entre otras personalidades.

Florentino dijo que inicia la «nueva andadura» con una «inmensa responsabilidad» al tratarse del «club más grande de la historia gracias a sus socios, el motor fundamental de la entidad y con capacidad para marcar su rumbo y destino». «Mientras yo sea presidente, el Madrid nunca dejará de pertenecer a sus socios», presumió el reelegido presidente, que tendrá a Fernando Fernández Tapias como vicepresidente primero y hombre fuerte de la junta.

«Salto cualitativo»

Se felicitó el dirigente por el «salto cualitativo» deportivo y económico experimentado por el Madrid en los últimos cuatro años y se comprometió a seguir la «doctrina de un genio como Alfredo Di Stéfano» y no rendirse hasta alanzar «la excelencia». «Hemos logrado muchos títulos y así vamos a continuar hasta la décima. Como nos enseñó Santiago Bernabéu, somos insaciables e inconformistas», enfatizó. Citó un titular de ‘L’Equipe’ para proclamar que «el Madrid es eterno».

A juicio del presidente del grupo ACS, se inicia un «nuevo tiempo» en el Real Madrid marcado por la «búsqueda constante de la superación». «Soy el portavoz e impulsor de la autoexigencia en este mítico club, el más valioso del mundo y ocho años seguidos líder en el escalafón de ingresos». Recordó que tomó las riendas del club con 30 millones de patrimonio, elevado ahora hasta los 300. Por ello, argumentó que el presente y el futuro se afrontan con «entusiasmo y orgullo de pertenencia».

Habló y ensalzó a la sección de baloncesto, alabó la marcha del Castilla que ha dirigido en Segunda División José Alberto Toril, enemigo de Mourinho, y presumió de infraestructuras:la «residencia vanguardista» del primer equipo en Valdebebas, la que está a punto de inaugurarse para la ‘fábrica’ y la futura construcción de un parque temático del Madrid que será «referencia Mundial». Presumió de la progresiva transformación del estadio Bernabéu, que «será pronto un icono arquitectónico» en pleno Paseo de la Castellana.

Prometió trabajar sin desmayo por el bien de la Fundación, «el alma del club, para ayudar a todos los niños y niñas que lo necesitan de forma solidaria». «Todo gracias a la fuerza de nuestra unión por un escudo, una camiseta, una historia y una leyenda».