Un astillero con viento favorable
El centro de Cádiz tiene carga de trabajo hasta diciembre
Actualizado:Acostumbrados a las malas noticias laborales -la última acaba de llegar de la mano de Altadis que cierra su planta gaditana poniendo fin a siglos de tradición tabacalera-, parece doblemente noticioso que uno de los tres astilleros de la Bahía de Cádiz tenga seis barcos en sus diques dispuestos para la reparación. El centro de la capital tiene garantizado carga de trabajo hasta final de año y Navantia está negociando para que los grandes armadores turísticos elijan estas instalaciones como lugar permanente de reparaciones. La apertura de mercado de este astillero, que antaño trabajaba en exclusiva en la reparación de buques industriales como quimiqueros o gaseros, hacia los cruceros ha permitido que tenga encargos con más regularidad.
Si bien, no se puede olvidar que la industria naval está pendiente de un importante anuncio desde Europa que puede suponer su salvación o su condena definitiva. Y si este sector muere, la Bahía gaditana quedará hundida aún más en la falta de perspectivas laborales. El servicio de la Competencia de la Unión Europea, con un español (Joaquín Almunia) al frente, debe decidir sobre el expediente abierto a España por su sistema de financiación, que ya ha sido sustituido por otro impuesto por Europa. Dicho expediente lleva desde 2011 sin que se resuelva, lo que está manteniendo en una situación de 'bloqueo' a la industria española, que no puede aceptar contratos civiles para construir barcos hasta que no se resuelva esta disputa. Una pugna que, por cierto, parte de Holanda, que ha abierto una guerra entre astilleros europeos, que sólo está favoreciendo a los países asiáticos.
Este pleito afecta especialmente a los astilleros gallegos, donde se concentra la mayoría de las instalaciones privadas que trabajan para la rama civil. Pero ante la escasez de contratos militares que nutrían la industria gaditana; lo civil parecía la salida. El temor es que una resolución en contra de la UE haga caer el sector español como fichas de dominó y la Bahía quede desnuda por completo de tejido industrial.