La fiscalidad para el crecimiento
Actualizado: GuardarEl sistema fiscal español está constituido por el conjunto de normas, medios e instrumentos con que cuenta la Hacienda Pública para desarrollar sus principales funciones: recaudación, administración y empleo de los medios necesarios para poder cumplir los fines asignados al Estado, que no son otros que la satisfacción de las necesidades públicas. La Hacienda Pública actúa fundamentalmente a través de los gastos públicos y de los ingresos públicos. Observamos que los gastos del Estado para una parte importante de políticos son ilimitados. De ahí que las fuentes de financiación de los mismos a través de los ingresos públicos, se antoja muy complicada. Y esa disfunción se externaliza como déficit público. Y a su acumulado anual a través del tiempo, deuda pública. Las principales fuentes de ingresos públicos provienen de los tributos, de las empresas estatales o las participaciones en otras empresas, de los préstamos con que se cubren el déficit cuando los gastos superan a los ingresos, emitiendo valores de Deuda Pública (obligaciones, letras del Tesoro, pagarés del Tesoro, etc.). El proceso de consolidación fiscal exigido por la UE, supone que cada país no pueda gastar más de lo que ingresa, evitando de esta forma el endeudamiento. Esto debe proyectarse en el contexto del ciclo económico, permitiendo de esta forma la intervención de los estabilizadores automáticos, que amortiguan los efectos perniciosos de los momentos de contracción económica. Este proceso exige atacar el problema desde el doble componente del gasto y de los ingresos públicos. Sin embargo y hasta la fecha el proceso de consolidación llevado a cabo desde diciembre de 2011, ha supuesto una raquítica reducción del déficit de 1,98 puntos. El 28,6% de la reducción se explica por los aumentos de la imposición directa, el 18% por el aumento del IVA y el 54% restante por la reducción de la inversión pública. Esta y no otra es la explicación por la que el ajuste ha incidido tan negativamente en la actividad y en el empleo. No se puede resolver el galimatías económico español, sólo desde la perspectiva de los ingresos públicos. Es más, su solución viene por atajar con decisión el gasto público. Y ello exige reducir de forma drástica el Estado. El otro componente del sistema, el de los ingresos públicos, exige hacerlo compatible con la actividad económica y la creación de empleo, lo que vulgarmente llamamos generación de riqueza. Para ello, la bajada de la recaudación impositiva, no se recupera subiendo los tipos impositivos. Hay que tener en cuenta que la cuota a ingresar de cualquier impuesto, es el resultado de multiplicar el tipo por la base. Ésta está relacionada directamente con la actividad económica. La subida de tipos impositivos no favorece precisamente el incremento de la base liquidable de cada impuesto. Por lo tanto la subida de tipos termina produciendo el efecto contrario. Solo el incremento de la actividad económica, es la garantía de generación de rentas. Estas son las que determinan las bases del impuesto en el caso de los directos y su mera tenencia posibilita el hecho imponible en el supuesto de los indirectos.