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Acuña: «Desde que llegué a Cádiz soñaba con jugar en Primera»

El paraguayo, que se ha convertido en el Girona en una de las sensaciones de Segunda División, confiesa que le encantaría volver a vestirse de amarillo

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Javi Acuña (Encarnación, Paraguay, 23 de junio de 1988) vive un momento dorado en el fútbol. Con 24 años es una de las sensaciones de la división de plata. Líder goleador (15 tantos) de la revelación de Girona, ese modesto club que pelea con los titanes por un hueco en la élite del fútbol español, empieza a encontrarle sentido a tantas circuntancias vividas.

Apenas tiene eso, 24 años, la edad con la que muchos futbolistas dan el primer salto en su carrera. Pero él lo dio hace ya muchísimo tiempo. Una fría mañana del febrero de 2005 aterrizaba junto a su madre, su hermano pequeño Zinedine (luego nacería Iker Ronaldo) y su representante en el aeropuerto de Jerez rodeado de periodistas creando una expectación inusitada para un crío en plena pubertad. Pero es que ese crío había sido el máximo goleador en el Sudamericano en el que brilló ‘Kun’ Agüero, el Cádiz lo vendía como la gran promesa por la que los consejeros habían desembolsado un millón de euros.

Lesiones y problemas legales

Luego, desdicha tras otra. Un año y medio sin jugar hasta que no cumplió la mayoría de edad por motivo de una ley que protegía el comercio con jóvenes futbolistas. El peso de la impaciencia del cadismo en cuanto se enfundó la zamarra amarilla, con el club comenzando su declive, y dos lesiones graves de rodilla. Salamanca, Real Madrid Castilla y Recreativo de Huelva... hasta que ha terminado por explotar en Girona.

Está irreconocible. El paso del tiempo ha cambiado su fisonomía pero no le ha privado de la humildad y el carisma que le llevaron a ser tan querido en la Tacita. El paraguayo confiesa a LA VOZ que le encantaría sacarse la espinita que tiene con el Cádiz. «Guardo recuerdos muy bonitos, le tengo mucho cariño a mi Cádiz y le voy a agradecer eternamente el apoyo de su gente».

«Ojalá vuelva al Cádiz alguna vez y pueda ascender a Primera División», apunta el ariete. «No me salieron las cosas como me hubiera gustado. Empecé teniendo oportunidades con Oli pero cambió el entrenador y Jose no contaba mucho conmigo. Seguro que me pesó el tener que ser el ‘crack’ del equipo, y al final no pude demostrar nada».

Todo ha cambiado. «Me han respetado las lesiones, el entrenador me ha dado mucha confianza y el equipo ha mantenido la base del año pasado. Por eso estamos luchando por ascender y me veo el año que viene jugando en Primera». Se acuerda entonces de su desembarco en la Tacita. «Desde que llegué a Cádiz pensé en jugar en Primera, y ahora tengo la oportunidad de cumplir mi sueño».

El sudamericano estuvo muy cerca de debutar en la élite, pero la ley le privó de jugar ese año con los amarillos en la categoría de oro al no tener la mayoría de edad. Ahora vuelve a acercarse a su sueño.

En la prensa catalana aseguran que está atado por el Espanyol. «Nadie me ha dicho nada. Soy del Girona, termino el 30 de junio y me gustaría continuar. Sé que hay clubes interesados, pero ninguna oferta en firme».

Esta tarde (18 horas) se enfrenta en un partido clave «al Almería de Benito, de Férez y de Javi Gracia. Tengo una buena relación con ellos pero vamos a por el triunfo. Si ganamos los dos encuentros que quedan, estaremos en Primera División».