«A España le hace falta una nueva Ilustración»

Hace tiempo ya que los raperos consiguieron desbrozar su imagen, suprimiendo aquellos elementos que el público extraía de las películas de 'serie B' y de los excesos que cometían algunos de sus 'hermanos' del otro lado del charco. Alejados del arquetipo de hombre violento que buscaba en las drogas una musa que le ayudase a engarzar versos, comenzaron a proliferar en España una serie de artistas que zarandeaban con el poder de su palabra todo aquello que les incordiaba a la vez que vomitaban sabios consejos para una juventud que, por fin, podía sentirse identificada con sus referentes sin necesidad de andar por el mal camino. Gente como Nach o Jota Mayúscula se embarcaban en un proyecto tras otro, demostrando el valor de las ideas que anidaban en sus cabezas y dando ejemplo con su comportamiento. Ni una palabra más alta que la otra, ni una salida de tono. Solo trabajo y más trabajo. Lo mismo ocurre con Haze, un sevillano que lleva casi una década paseando sus rimas por España y que anda enfangado estos días en la preparación de su nuevo trabajo a la vez que hinca los codos para sacar adelante sus exámenes. Estudia Filología Hispánica y los libros le ayudan a extraer viejas recetas del siglo XVIII para combatir los modernos males del siglo XXI.

"Lo que a este país le hace falta es una nueva Ilustración. Estamos aborregados", comenta el artista andaluz, que saborea el éxito con 'Lucha', el primer single del que habrá de ser su nuevo disco, el quinto desde que comenzase a despertar el interés del público con una maqueta que contenía temas como 'El Bola' o 'Ayer rimé mis lágrimas' y que más tarde se convertiría en un álbum tras fichar por la discográfica Universal. Más de 100.000 reproducciones en YouTube lleva el videoclip de esta canción en la que Haze prescinde de cualquier tipo de tapujos y se lanza derecho a golpear a los poderosos a la vez que invita a afrontar las adversidades con un espíritu irredento. "No hay tiempo para lágrimas porque el reloj golpea. Llega el miedo y lo estropea. El diablo me quiere engañar y conmigo no se 'quea'", proclama el sevillano en la primera estrofa de la canción. "Lucharé, sé que venceré. Estuve 'dormío', pero desperté. Quieren humillarme y no me rendiré. Volaré, seré libre, viviré... Y si me siguen robando te juro, me defenderé", agrega más adelante.

Todo un golpe a la línea de flotación del capitalismo más salvaje que ha dejado sumido a buena parte del mundo en una profunda crisis de la que no se atisba salida. Claro que siempre se puede ir más allá, y eso es precisamente lo que Haze realiza aprovechando su colaboración en el programa de Canal Sur Radio 'Anda levanta'.

Toque de atención

Por allí han desfilado ya varias versiones de 'Lucha', la última de las cuales, 'Señor presidente', tuvo su puesta de largo hace unos días. La clase política ocupa en ella un lugar similar al que anteriormente llenaron los abusos de la banca, los recortes en sanidad y educación o la corrupción. Aunque Haze aclara que ese mandatario del que habla ese "ciudadano normal, no un perroflauta", como se presenta a sí mismo en la rima, no es Rajoy "sino un presidente que representa al poder establecido". El tema es "un toque de atención desde el punto de vista de un ciudadano que no se rinde, porque parece que la cosa no funciona", un "canto a la esperanza" dirigido a "un colectivo que está harto de que se le oprima", explica el rapero, que atribuye el eco que están teniendo sus nuevos versos al hecho de que "mucha gente se siente identificada" con ellos dada "la lucha que tiene que llevar a cabo cada día". "La gente está sufriendo mucho y los psicólogos se están haciendo de oro", resalta.

Con esos millones de ciudadanos forma equipo Haze, un hombre que se confiesa dentro del sistema a su pesar. "Ya me gustaría hacer y deshacer a mi antojo pero es imposible", apunta, aunque, puntualiza, "soy una persona buena hasta que tocan lo mío". Mientras se preocupa de que eso no ocurra, sigue preparando los exámenes a la vez que delinea su segundo single, que verá la luz en julio. Será el preludio de un disco que estará en las tiendas poco después, cumplimentada ya su cita con los libros y zaheridos unos cuantos capitostes más.