Chiringuitos sin licencia

Todos los años pasa igual por estas fechas. No se trata de la canción del verano sino de las amargas quejas de los empresarios de playa que no pueden montar los chiringuitos por el papeleo. La Junta y algunos ayuntamientos mantienen en un limbo burocrático todavía el permiso administrativo para el montaje de doce de estas instalaciones en la costa gaditana. Hay un lamento generalizado en el sector y todos coinciden en señalar la cantidad de trabas que ponen las administraciones públicas para abrir un negocio. Los empresarios no están en contra de presentar la documentación pertinente, pero critican que el procedimiento para la autorización de la actividad sea tan lento. Además, se preguntan por qué en unos municipios la gestión es muy rápida, caso del Ayuntamiento de Cádiz, y en otros, por ejemplo Conil y Tarifa, es tan lenta. La situación económica de la provincia no está para perder el tiempo entre papeleos y requisitos de segundo orden. Al contrario. La actividad empresarial necesita cumplir con todas las normas pero, al mismo tiempo, se pide a la Administración que sea ágil. No es de recibo que, un año más, las licenc ias de los chiringuitos sean un problema. Algunos empresarios temen que llegue el mes de julio y sigan enredados sin poder abrir el negocio. Reconocen que ya han perdido demasiado tiempo. Una de las novedades que presenta la nueva Ley de Costas, aprobada recientemente, es la ampliación de las concesiones de los negocios de playa. Hasta ahora se renovaban cada cinco años, lo que mantenía en vilo al propietario ya que pasado ese tiempo podía caer en manos de otro. Ahora, la ley da más seguridad al empresario otorgando permisos de explotación por 30 años, lo que permite a su vez mejorar las inversiones dentro del negocio. De lo que se trata es de agilizar la gestión.