El primer informe forense revela que los menores podrían haber muerto por intoxicación
Los cuerpos fueron encontrados por su madre anoche en su vivienda de la calle Huesca
Actualizado: GuardarDos niños pequeños aparecieron ayer muertos en el interior de su vivienda de Algeciras, situada en el número 11 de la calle Huesca de la barriada La Bajadilla. Los menores podrían haber fallecido por intoxicación por monóxido de carbono, según se ha revelado de un primer examen visual en la autopsia, en el que tampoco se han hallado indicios aparentes de criminalidad.
Según fuentes policiales, los menores fueron hallados en un sofá de su domicilio cianóticos y con la mitad inferior del cuerpo amoratado, una circunstancia que podía apuntar a la muerte por asfixia.
La primera exploración de la autopsia apunta a una posible muerte por intoxicación de monóxido de carbono, lo cual está aún por determinar a falta de la finalización de dicho examen, por lo que aún no se descarta ninguna hipótesis.
Igualmente, en esta primera exploración de los cuerpos no se han encontrado indicios aparentes de criminalidad, por lo que, también a falta de la finalización de la autopsia, no hay signos de que los menores sufrieran una muerte violenta.
Los cuerpos fueron hallados por su madre, de origen marroquí, que los había dejado al cuidado de una cuñada que no estaba en la vivienda cuando llegó la progenitora. Esa mujer está siendo buscada por la Policía Nacional. Fuentes policiales han confirmado a LA VOZ que ya ha sido localizada y será interrogada en las próximas horas. Se trata de completar con su testimonio los últimos momentos de vida de los pequeños.
Los servicios sanitarios fueron los primeros en llegar a la casa, avisados por un particular sobre las nueve de la noche. En ese momento, la progenitora se encontraba en estado de shock. Los facultativos no pudieron hacer nada por reanimar a los pequeños. Certificada la muerte, alertaron a la Policía. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se ha hecho cargo de las pesquisas.
Las víctimas eran un niño y una niña, nacidos en Barcelona. Él era de agosto de 2009 y ella de julio de 2010.