Malos humos
Actualizado: GuardarSegún las autoridades sanitarias la adicción al tabaco mata cada año en el viejo continente a 700.000 europeos, con un coste de atención sanitaria directa superior a los 25.000 millones de euros.
Si bien en los últimos años ha habido un descenso en el porcentaje de población fumadora, España, con algo más del 32 % de fumadores, es el cuarto país de la Unión Europea en cuanto a consumo de tabaco, sólo superado por Grecia, Bulgaria y Letonia. Nuestra legislación, junto con la del Reino Unido y Malta son las únicas que prohiben totalmente fumar en lugares de trabajo, lugares públicos cerrados, bares y restaurantes, instituciones sanitarias y transportes públicos. Se da la paradoja que Suecia, donde está permitido fumar en esos lugares, en zonas habilitadas y debidamente separadas del resto, es el país con menos población fumadora, alrededor del 12%
Actualmente existe una propuesta de Directiva Europea, aún en plazo de enmiendas en el Parlamento de Estrasburgo, que viene a regular, con más restricciones, la producción, comercialización y consumo de tabaco. Los grandes lobbys de la industria tabaquera han lanzado una ofensiva para paralizar dicha normativa, incluso se han denunciado casos flagrantes de intentos de sobornos. El argumento es la defensa del empleo frente al derecho a la salud.
Alrededor de 50.000 empleos, 9.300 millones de euros de beneficios empresariales, y 7.000 millones de impuestos especiales, a lo que hay que sumar el IVA, son argumentos que sólo priman los intereses de algunos, incluida la Administración, sin importarles el daño para la salud que el consumo de tabaco produce.
El poder de la industria tabaquera alcanza las altas esferas del poder absoluto. Recientemente tuvo que dimitir el Comisario Europeo de Salud por un oscuro caso de corrupción con el que se pretendía retrasar la directiva antitabaco.
Las empresas del tabaco no descansan y buscan nuevas formas de hacernos consumidores enganchados y dependientes. Novedosas maneras de consumir tabaco se inventan para que fumar no produzca humos y se pueda convertir en una adicción intima. Se llama ‘snus’, es un tabaco muy peculiar, no se fuma ni se masca. Cortado muy fino y mezclado con agua y sal, se presenta en pequeñas bolsitas. «Coges una bolsita la colocas debajo del labio superior y lo dejas ahí. Te puede durar unos veinte minutos o una peli entera. No se escupe. Sacas la bolsita de la boca y la tiras».
El 31 de mayo ha sido establecido por la Organización Mundial de la Salud como el ‘Día Mundial Sin Tabaco’. Este año está destinado a que se pueda prohibir la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.
¡Qué no nos vengan con malos humos!