El juez atribuye a Camps y Barberá una «intervención decisiva» en los contratos a Nóos
Diego Castro reclama a la justicia valenciana que investigue a ambos por adjudicar a Urdangarin actos por más de tres millones sin concurso
MADRID.Actualizado:Los jueces valencianos decidirán si sientan en el banquillo por primera vez a Rita Barberá y por, segunda vez, a Francisco Camps. Y junto a ellos, a Iñaki Urdangarin y Diego Torres, que podrían enfrentarse también a un segundo juicio tras el de Palma de Mallorca. El instructor del 'caso Nóos', José Castro, dio el paso que se veía venir y, sin consultar a ninguna de las partes, ni siquiera a la Fiscalía, anunció que en breve elevará una exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
En ese documento, que se redactará en unos días, solicitará al máximo órgano judicial de esa comunidad que investigue a los dos políticos populares aforados por sus adjudicaciones, supuestamente a dedo, a Urdangarin y Torres. En su resolución, el magistrado afirma que en el sumario ya hay indicios suficientes de que ambos tuvieron una «intervención decisiva e imputable» en la decisión de entregar 3.514.204 euros, sin concurso público, al Instituto Nóos, aunque ese dinero saliera formalmente de organismos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana.
Según el auto, existen «indicios racionales» de que las adjudicaciones de las cumbres deportivo-empresariales 'Valencia Summits' en 2004, 2005 y 2006 -a razón de 1.044.000 euros por cada edición- y de la preparación de unos fallidos Juegos Europeos, que supusieron otro abono de 382.204 euros, tienen «apariencia delictiva».
Aunque el juez en su escrito no hace imputación formal alguna a Barberá y Camps, ya que la formalización de unos futuros cargos solo puede hacerla el Tribunal Superior valenciano, fuentes jurídicas apuntaron que los supuestos delitos en los que podrían haber incurrido ambos serían el de prevaricación -por tomar una resolución, la de adjudicar los cuatro concursos a sabiendas de que cometían un acto ilícito al saltarse las normas de contratación- y el de malversación de caudales públicos.
De vuelta
En su resolución, Castro explica que a partir de ayer tras comprobar que puede haber indicios contra personas aforadas, deja de investigar los negocios de Nóos en Valencia, salvo gestiones «estrictamente inaplazables» o «perentorias», pero advierte de que su decisión de ceder una parte del sumario del 'caso Nóos' es «única y exclusivamente en razón del aforamiento» de Barberá y Camps. Si la justicia valenciana, avisa, rechaza abrir una investigación sobre esas supuestas adjudicaciones irregulares al marido de la infanta Cristina, el Juzgado de Instrucción 3 de Palma recuperará de manera «automática» la competencia «respecto a las personas imputadas no aforadas».
Castro pretende que en el banquillo, bien en Valencia o bien en Palma, también se sienten, igualmente acusados de prevaricación, al menos otros cuatro exdirectivos de las administraciones valencianas, que intervinieron en las adjudicaciones: el exsecretario autonómico de Turismo y Proyectos Estratégicos de la Generalitat, Luis Lobón; los que fueran directores generales de Cacsa José Manuel Aguilar y Jorge Vela; y el vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
La tesis que siempre ha sostenido el instructor del caso Nóos es que Barberá y Camps adjudicaron a dedo a Urdangarin los convenios bajo investigación, antes incluso de que hubiera un contrato de por medio. Y que esos supuestos amaños tuvieron lugar en encuentros informales entre los dos cargos públicos y los dos responsables de Nóos entre finales de 2003 y principios de 2004. Es más, que uno de esos encuentros tuvo lugar, según sostiene Torres, en el palacio de la Zarzuela el 29 de enero de 2004. Aquel día, en efecto, la alcaldesa y el expresidente se encontraban en Madrid. El entorno de Camps siempre ha negado ese encuentro en la residencia del jefe del Estado. Barberá nunca lo ha desmentido.
«Luz verde»
El propio Urdangarin, en su primera declaración ante el juez en febrero de 2012, admitió los encuentros con los políticos valencianos y dijo que fue Barberá la que dio «luz verde» a los 'Valencia Summits' tras «tratar con el señor Camps que la Generalitat se involucrara en el proyecto». También entonces el marido de la infanta admitió sin ambages que Nóos «estaba trabajando para el 'Valencia Summit' con anterioridad a la suscripción (del convenio)».
Torres aportó la semana pasada varios documentos para tratar de demostrar que ese «visto bueno» de ambos gobernantes a los congresos turístico-deportivos se produjo en una reunión entre los cuatro en la Zarzuela. Barberá, sin embargo, siempre ha negado cualquier apaño.