Rusia responde por El-Asad al apoyo de la UE los rebeldes
El Kremlin confirma el envío al régimen de misiles antiaéreos que impedirían incursiones de Irael o de Occidente
DAMASCO.Actualizado:Moscú necesitó menos de 24 horas para responder al levantamiento del embargo de venta de armas a la oposición siria acordado por la Unión Europea (UE). El gran aliado diplomático y militar de Bashar el-Asad anunció el envío de misiles antiaéreos S-300 como medida disuasoria frente un hipotético plan de intervención internacional en el país árabe. «Creemos que esta entrega es un factor de estabilización que previene que los radicales exploren supuestos en los que este conflicto podría cobrar una presencia mundial con la participación de fuerzas externas», dijo en rueda de prensa el número dos de Exteriores Sergei Riabkov, encargado de hacer públicos los planes rusos.
La contundencia del Kremlin, en la misma línea de la mostrada por Irán o Hezbolá a la hora de apoyar a El-Asad, contrasta con los titubeos en el seno de la UE respecto a su respaldo a la oposición. Después de acordar el levantamiento de armas se abrió el debate sobre cuándo podría hacerse efectiva la medida. Británicos y franceses, principales partidarios de reforzar a los rebeldes, contradijeron las informaciones de Bruselas que apuntaban a que no habría movimiento alguno hasta el 1 de agosto. «Nos reservamos el derecho de enviar armamento de forma inmediata», manifestó el portavoz de Exteriores galo, Philippe Lalliot.
La llegada de este sistema antiaéreo a Damasco inquieta a Occidente y sobre todo a Israel, que en el último mes ha bombardeado en dos ocasiones Siria y cuyos aviones a partir de ahora estarían amenazados por el sistema S-300. «Los envíos aún no se han puesto en marcha, eso sí lo puedo confirmar, y espero que no lo hagan. Pero si, desgraciadamente, llegan a Siria, sabremos qué hacer», advirtió el ministro hebreo de Defensa, Moshe Yaalon. Para Israel, «son misiles para defensa aérea, pero también armas de ataque. Con un alcance de hasta 200 o 300 kilómetros, pueden atacar aviones en la zona de Tel Aviv», reveló el titular de Asuntos Estratégicos e Inteligencia, Yuval Steinitz. Este tipo de cohetes impedirían que aparatos israelíes o de países occidentales, en caso de una eventual intervención militar, penetrasen en el espacio aéreo sirio.
«Cada lado juega sus cartas, y considero el gesto de la Unión Europea una especie de 'plan B' en caso de que no funcione la conferencia de Ginebra prevista para comienzos del próximo mes», piensa Annas Joudeh, miembro del movimiento opositor Reconstrucción del Estado Sirio. En las calles de Damasco, la noticia se expandió con rapidez desde primera hora de la mañana y la reacción oficial llegó a través de un comunicado de Exteriores que acusó a la UE de «obstruir los esfuerzos internacionales para alcanzar una solución política a la crisis». Mensaje idéntico al enviado por el canciller ruso, Serguéi Lavrov, para quien la actitud de los Veintisiete «socava la idea de organizar una conferencia de paz».
Nuevo zarpazo en Líbano
Analistas locales como el doctor Bassam Abu Abdala consideran la decisión de Bruselas «contradictoria» y piden a la UE «reconsiderar su postura». Abu Abdala opina que «se trata de una orden de Estados Unidos, pero los europeos no se dan cuenta de que ellos está expuestos al peligro de los extremistas que hay ahora en Siria por pura proximidad. ¿Cómo van a garantizar que esas armas no van a parar a manos de gente de Al-Qaida y que luego les golpeen a ellos?».
Mientras la diplomacia muestra sus diferencias respecto a la cumbre de Ginebra, sobre el terreno la guerra sigue y cada vez tiene mayor influencia en países vecinos como Irak o Líbano, donde tres soldados -dos reclutas y un militar profesional- murieron después de ser tiroteados por desconocidos en un puesto de control de Arsal, localidad fronteriza con Siria. Desde Arsal se llega con facilidad a Qusair, ciudad siria bajo control rebelde que desde hace más de una semana vive una intensa ofensiva del Ejército y milicianos de Hezbolá que tratan de hacerse con este lugar estratégico para cortar la principal ruta de suministro de la oposición armada.
Arsal es además un importante punto de tránsito para numerosos refugiados que huyen de la guerra en Siria y también de combatientes enfrentados al régimen de El-Asad. La ciudad, como gran parte de la frontera norte y este de Líbano, y viene registrando numerosos incidentes mortales. En el ataque a los soldados, «los habitantes de Arsal trataron de perseguir al 'Hummer' desde el que se abrió fuego antes de penetrar en Siria», relató el alcalde de Arsal a la emisora Voice of Lebanon. Colegios y comercios cerraron en señal de protesta.