La Policía británica busca vínculos con Woolwich en el ataque en una prisión

La Policía antiterrorista se hizo cargo ayer de la investigación de un incidente ocurrido la tarde del domingo en la prisión británica de máxima seguridad de Full Sutton, donde tres reclusos hirieron a dos guardias y secuestraron a uno de ellos durante cuatro horas. Según el periódico The Sun, los agresores son «musulmanes radicales» que estallaron en ira después de que el imán del penal pidiera una oración por el soldado Lee Rigby, asesinado a machetazos hace una semana por dos presuntos islamistas en el barrio londinense de Woolwich.

Agentes antidisturbios tuvieron que intervenir en Full Sutton para poner fin al altercado, que se inició a las 16.25, hora local, y «se resolvió satisfactoriamente a las 20.40», explicó un portavoz de los servicios penitenciarios. El guardia que fue retenido por los atacantes sufrió la ruptura de varios huesos de la cara, mientras que una compañera que quiso ayudarle recibió varios cortes. Ambos ya han sido «dados de alta del hospital», según detalló Steve Gillan, el secretario general del sindicato que representa a los funcionarios de prisiones.

«El ataque tiene todas las características de ser planificado e inspirado en el asesinato de Woolwich. El oficial ha tenido suerte de sobrevivir», señaló una fuente consultada por The Sun. La prisión de Full Sutton -próxima a la ciudad de York, en el centro de Reino Unido- se caracteriza por albergar a 600 de los peores criminales del país, entre ellos varios islamistas radicales. Las autoridades, no obstante, han asegurado que los reclusos implicados en el incidente, dos de 25 años y el otro de 26, no estaban condenados por delitos de terrorismo.

A medida que continuaban las averiguaciones para explicar lo ocurrido en el penal, uno de los presuntos autores del atentado de Londres, Michael Adebowale, recibió ayer el alta hospitalaria. El sospechoso seguirá bajo custodia policial para ser interrogado por el ataque que reivindicó, junto a Michael Adebolajo, en nombre de Alá en un vídeo grabado por los viandantes en el lugar donde tuvo lugar el crimen. Asimismo, dos exsoldados británicos comparecieron ayer ante un juez acusados de lanzar el domingo bombas incendiarias contra una mezquita en Grimsby, al norte de Inglaterra.