Wert niega haberse «plegado» ante la Iglesia con la reforma educativa
MADRID.Actualizado:El impulso que la reforma educativa aprobada por el Gobierno otorga a la asignatura de Religión -contará para la nota media, acceso a becas y repetir curso- sigue monopolizando el debate sobre la nueva normativa. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, negó ayer las acusaciones vertidas por la oposición de haberse «plegado» ante la Conferencia Episcopal y enmarcó los cambios introducidos en la materia confesional en los «acuerdos existentes con la Santa Sede». «Se está generando más polémica que importancia tiene», aseguró Wert en una entrevista realizada en la Ser. El ministro trató de relativizar las críticas y recordó que la asignatura de Religión seguirá siendo voluntaria. Además, Wert insistió en que la Constitución establece «el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo a sus convicciones».
Sin embargo, la equiparación de la Religión (y sus alternativas) al resto de las asignaturas no es la única reivindicación de la Iglesia que recoge la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La oposición considera que la desaparición de la polémica Educación para la Ciudadanía -en contra del Consejo de Estado- y la posibilidad de que los centros con segregación por sexos reciban financiación pública son dos pruebas más de la cesión ante las demandas de la Conferencia Episcopal.
A pesar de que el ministro insista en que se trata de la reforma más dialogada, la realidad es que la Lomce tiene como principal debilidad la falta de consenso. La comunidad educativa ha dado la espalda a la reforma. En el trámite parlamentario recién iniciado la situación tampoco es mejor. El propio Gobierno da casi por imposible lograr un apoyo global a la ley y se conforma con «acuerdos puntuales». El ministro es consciente de este problema y por primera vez reconoció que «una reforma educativa no es nada si no cuenta con la complicidad de sus agentes y la sociedad».