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El amor entre dos mujeres triunfa en Cannes

Los hermanos Coen se llevan el Gran Premio del Jurado mientras Bruce Dern y Bérénice Bejo logran los galardones como mejores actores 'La vida de Adèle', del tunecino Abdellatif Kechiche, se hace con una indiscutible Palma de Oro

S. B.
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Se proyectó en la recta final de los 10 días del maratoniano e influyente Festival de Cannes, pero desde ese momento 'La vida de Adèle', del franco-tunecino Abdellatif Kechiche ('La esquiva'), se convirtió en la película favorita de todos: la crítica de todas las vertientes la adoró por su asombrosa capacidad para contar la relación de amor de dos chicas adolescentes con sensualidad, autenticidad y una genuina emoción. Basada libremente en el cómic 'El azul es un color cálido', de Julie Maroh, 'La vida de Adèle' (en la que la productora española Vértigo Films ha participado) cosechó un entusiasmo unánime, que aumenta la ansiedad por su aterrizaje a las pantallas nacionales. Un detalle que puede contribuir a que la cinta no sufra un retraso abismal, detalle por otra parte, quizás no tan anecdótico, dada la prácticamente nula presencia española en Cannes.

'La vida de Adele' ya se había hecho un día anterior con el premio Fipresci, que concede la Federación Internacional de Críticos de Cine, por su «humanidad». Los rumores en la Croisette hablaban de que quizás Spielberg no se atrevería a dar el premio gordo a un filme de tal intensidad sensual y sexual, pero no ha sido así y el entusiasmo generado en Cannes por la cinta de Kechiche se ha correspondido con el gran premio. De hecho, la que se nombraba como la favorita del director de 'Tiburón', 'El pasado', de Asghar Farhadi, quedó ensombrecida por la arrebatadora emoción de Adèle y su amante.

El presidente del jurado de Cannes, Steven Spielberg, señaló que con la Palma de Oro se reconocía el trabajo de tres artistas, de Kechiche y de las dos actrices protagonistas, Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux. Abrazados y llorando sobre el escenario, los tres agradecieron la Palma. «Me gustaría dedicar a la hermosa juventud que me encontré, gente que me enseñó mucho sobre el espíritu de libertad y también a otra juventud: la revolución tunecina, por su aspiración de vivir con libertad, expresarse libremente y amar con plena libertad», señaló Kechiche. Pero, como son las cosas: mientras se entona y se celebra la diversidad sexual y la belleza de una película sobre el amor, sea cual sea el género, a unos 500 kilómetros de Cannes se celebraba ayer en París una marcha en contra del matrimonio gay. No todo son premios y festejos.

Pero más allá de la crónica del éxito anunciado de 'La vida de Adèle', la mano de Spielberg, siempre tan proclive a hurgar en las huellas familiares, se dejó ver en el Premio del Jurado al japonés Hirozaku Kore eda, que con 'Like Father, Like Son', vuelve a indagar en su tema predilecto: las relaciones paterno-filiales. Esta vez, el japonés, un habitual también del festival de San Sebastián, opta por contar qué ocurre con la paternidad en el caso de dos niños que fueron intercambiados por error al nacer. Kore-Eda era también uno de los favoritos para estar en el Palmarés, lo mismo que se puede decir del premio a mejor actor para el veterano Bruce Dern, de 77 años, que emprende un viaje físico y emocional con su hijo en 'Nebraska', de Alexander Payne, una road-movie con ecos de 'Una historia verdadera' de David Lynch.

Dicen que 'El pasado' era una de las favoritas de Spielberg, enamorado del cineasta iraní Asghar Farhadi desde el éxito internacional de 'Nader y Simin. Una separación'. Pero la actriz Berenice Bejo, conocida por su papel en 'The Artist', de su esposo el director Michel Hazanavicius, no esperaba ser premiada. Francamente sorprendida y emocionada, Bejo recogió el galardón por su papel de una mujer con dos hijas, que se reencuentra con su exmarido para firmar los papeles de divorcio, lo que hace tambalear su actual relación de pareja. Historias todas sobre la familia y las complejidades de las relaciones humanas.

En otra línea, el Gran Premio del Jurado fue para los hermanos Coen y su 'Inside Lewyin Davis', donde seguimos a uno de los entrañables perdedores de los directores en la época del nacimiento de la ola de música folk en el Nueva York de los sesenta. La de los Coen fue otra de las películas que mejores críticas ha generado en el maratón de las diecinueve cintas de la sección oficial a competición. 'A touch of sin', el regreso a la ficción del chino Jia Zang Ke, recibió por su parte el premio a mejor guión.

La mejor dirección pareció querer compensar la domesticidad o intimidad de la mayoría de cintas premiadas y aporta la cuota política en el palmarés. El jurado ha querido dejar claro de tal manera que no vive tampoco de espaldas a un mundo herido. El mexicano Amat Escalante recoge el testigo de su 'padrino' y productor, el también director mexicano Carlos Reygadas, que recogió el año pasado el mismo premio a la mejor dirección. 'Heli' narra con crudeza el secuestro de dos jóvenes por parte de la corrupta brigada antinarcóticos mexicana. Escalante, que cosechó reacciones encontradas, no se guarda nada en su descripción del infierno mexicano, donde la violencia genera más violencia.

No olvidamos mencionar al único español que participó en el certamen, si bien su película es de producción mexicana y él un mexicano de adopción: Diego Quemada Díez recibió el premio Un cierto talento, de la sección paralela Una cierta mirada (Un certain regard) con su película 'La jaula de oro', donde toca la inmigración mexicana y guatemalteca a EE UU.