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Un hombre mira el lugar donde fue asesinado el soldado Rigby. :: AFP
MUNDO

La Inteligencia británica intentó reclutar a uno de los autores del atentado

Los servicios secretos contactaron en varias ocasiones con Adebolajo para saber si conocía a «ciertas personas» y pedir su colaboración

R. C.
LONDRES.Actualizado:

Aunque convertido al islam desde el 2004, el inicio de la radicalización de Michael Adebolajo -uno de los presuntos autores del asesinato en Londres del soldado Lee Rigby- se produjo hace apenas seis meses. Así lo relató en una entrevista al programa Newsnight de la BBC un amigo suyo, Abu Nasaybah, tras asegurar que en ese periodo el sospechoso fue contactado por los servicios secretos británicos «para saber si conocía a ciertas personas». «Después de que dijera que no, el MI5 le preguntó si estaba interesado en trabajar con ellos, pero lo rechazó», añadió, poco antes de ser detenido la noche del viernes por la Policía metropolitana a la salida de los estudios del canal de televisión.

Bajo la sospecha de delitos de terrorismo, los agentes procedieron al arresto de Nusaybah, si bien no se le ha relacionado con la muerte del militar. Mientras, las fuerzas de seguridad realizaron registros en dos casas al este de la capital. Adebolajo, de 28 años, le habría contado que fue «acosado» y «espiado» por los cuerpos de Inteligencia en reiteradas ocasiones. «Le llamaban a su puerta una y otra vez. Él hacía que no estaba. Una vez contestó y le dijeron que solo querían hablar», explicó. Asimismo, confirmó que el sospechoso participó en reuniones del grupo islamista Al-Muhajiroun. «Acudió a algunas actividades pero era un tipo independiente», señaló.

Viaje a Kenia

El «cambio» en Adebolajo, nacido en Nigeria en el seno de una familia cristiana, se produjo justo después de un viaje que realizó a Kenia el año pasado. Nusaybah sostiene que su amigo le insinuó que había sido víctima de agresiones y abusos sexuales durante un interrogatorio en la celda de una prisión de ese país africano. Desde entonces, el sospechoso se volvió «menos comunicativo». Sin embargo, el presunto autor del ataque no parecía albergar un pensamiento radical. En cierta ocasión le confesó que no anhelaba la imposición de la ley islámica en Reino Unido, aunque expresó su deseo de vivir en un país musulmán tras el «acoso» de los servicios secretos.

Adebolajo y su posible cómplice, Michael Adebowale, de 22 años, continuaban ayer ingresados en hospitales diferentes de la capital británica a causa de los disparos recibidos por los agentes en el momento de su detención. Las autoridades informaron de que no corre peligro la vida de los sospechosos, que se mantienen bajo vigilancia y a la espera de ser interrogados por matar con un cuchillo a plena luz del día al soldado Rigby en el barrio londinense de Woolwich. El crimen fue reivindicado por el propio Adebolajo en un vídeo grabado por testigos en el lugar de los hechos. «La única razón por la que hemos hecho esto es porque hay musulmanes que pierden la vida cada día, la muerte de este soldado es un ojo por ojo, diente por diente», aseguró, cuchillo en mano y con las manos ensangrentadas.

Tanto Adebolajo, originario de Romford, al este de Londres, y Adebowale, residente en Greenwhich, al sureste de la capital, estaban fichados por el MI5 desde hace ocho años, según confirmaron fuentes gubernamentales. No obstante, nada hasta ahora les había hecho sospechar de que constituían una potencial amenaza terrorista.