Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Carver, el envés del sueño americano

Alterna relatos inéditos con instantáneas de Bob Adelman, fotógrafo de Magnum que recorrió los escenarios vitales del narrador 'Carver country' recrea en imágenes y textos la vida del genial cuentista estadounidense

MIGUEL LORENCI
MADRID.Actualizado:

El aprecio por los cuentos y poemas de Raymond Carver (1938-1988) no deja de acrecentarse desde la prematura muerte del escritor norteamericano poco después de cumplir cincuenta años. A 25 años de su desaparición y a 75 de su nacimiento, el narrador estadounidense mantiene el cetro que lo distingue como uno de los autores más influyentes y singulares de la segunda mitad del siglo XX. Es para muchos el mejor cuentista de su tiempo, el lúcido narrador del envés del sueño americano y cumbre de lo que los críticos dieron en llamar «realismo sucio».

Anagrama, el sello de Jorge Herralde que lo descubrió para el lector hispano, altera ahora su patrón editorial para rendirle homenaje con un libro misceláneo y al margen de su formato habitual. 'Carver country' -El mundo de Raymond Carver- narra la vida del escritor mediante un puñado de textos, algunos inéditos, y los mezcla con una biografía en imágenes de su azarosa vida trazada con la cámara de Bob Adelman, uno de los grandes fotógrafos norteamericanos contemporáneos, miembro de la mítica agencia Magnum que recorrió todos los escenarios de la vida de Carver. Herralde editó en España la completa y no muy extensa obra de Carver, once libros de relatos y poemas que situaron en la cima de las letras estadounidenses del pasado siglo a este ser a merced de sus emociones y sus debilidades, pero que, según Tess Gallagher, esposa, albacea literaria y autora del epílogo de esta biografía múltiple, «cambió nuestra visión del mundo».

Los cuatro libros de relatos que Carver vio publicados antes de su prematura muerte constituyeron una suerte de biblia de la nueva narrativa norteamericana. Las desgarradas y enternecedoras historias de 'Catedral', 'Tres rosas amarillas', 'Quieres hacer el favor de callarte, por favor' y 'De qué hablamos cuando hablamos de amor' recorren los quebrantos vitales y sentimentales de unos personajes que, como el propio Carver, trataban de salir a flote después de que alguna trágica circunstancia cortocircuitara sus vidas las pusiera a la deriva. Su obra cuentística se competa con 'Principiantes' y 'Si me necesitas, llámame', confeccionado con los cuentos que Tess Gallagher rescató doce años después de la muerte de Carver.

Vida truncada

Los relatos y poemas que comparten el mismo tono descarnado y nada grandilocuente constituyen el grueso de su corta y concentrada obra, sustanciada en esos seis volúmenes de historias cortas y en otra media docena de poemarios. Cuando Carver por fin gozaba del prestigio suficiente como para poder dedicarse en exclusiva a la escritura, un cáncer de pulmón segó la su vida en 1988.

La vida de Carver se pareció bastante a la de cualquiera de sus personajes. Plagada de altibajos, pérdidas, desengaños emocionales y vagabundeos, en permanente batalla contra un alcoholismo que superó poco antes de que su obra comenzara a ganar aprecio de la crítica y los lectores.

Hijo de la gran depresión, Raymond Clevie Carver vino al mundo el 25 de mayo de 1938 en Clatskanie, Oregón. Nacido en el seno una familia desestructurada, su vida estuvo plagada de desafectos, trabajos ocasionales y dificultades de toda índole, entre ellas el penoso divorcio de su primera esposa Maryann Burk, con quien se casó a los 16 años y con la que tuvo dos hijos antes de cumplir los veinte. Publicó su primer cuento en 1961, pero hasta mediados de los ochenta no fueron reconocidos como merecían unos relatos que querían ser como los de su admirado Anton Chéjov, cuyo retrato estuvo siempre frente a su escritorio, a la altura de los ojos y sobre la máquina de escribir que siempre colocaba ante una pared. Periódicos y revistas como New Yorker y Esquire, acogieron sus narraciones protagonizadas por obreros, prados y gente sin recursos, la cara oscura del sueño americano.

Carver pudo finalmente dedicarse a escribir gracias a becas y premios que le llegaron a finales de ochenta. Para entonces había vencido un alcoholismo tras varias curas de desintoxicación, reorientado su vida con el apoyo de Tess Gallagher. Era uno de los referentes del realismo sucio junto a sus amigos Tobias Wolff y Richard Ford. El malogrado Roberto Bolaño lo declaró el mejor cuentista del siglo XX junto a Chéjov, maestro al que Carver dedicó 'Tres rosas amarillas'.

En 1998 'The New York Times Magazine' abrió una fractura en su leyenda al adjudicar buena parte del talento de Carver a Gordon Lish, su editor, quien además de aconsejarlo habría rescrito sus cuentos y cambiado finales. Lish dejó en la mitad 'De qué hablamos cuando hablamos de amor' y reescribió el final de diez de los trece relatos del libro.

Doce años después de su muerte aparecía 'Si me necesitas llámame', cinco relatos rescatados por Tess Gallagher de las carpetas de Carver y de los archivos universitarios que guardaban sus originales. Las cinco historias inciden en ese mundo de perdedores, bebedores, y seres desamparados que tratan de enderezar sus vidas, seres de ese desvalido universo de Carver habitado por personajes solitarios, parejas rotas que tratan de evitar lo inevitable, de empezar de nuevo sobre las cenizas de su relación, de dar rumbo a unas vidas sin brújula ni orientación.