Conexión belga en el atentado de Londres
Uno de los asesinos del soldado inglés comparte mentor con el líder de un conocido grupo integrista local
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl brutal asesinato del soldado Lee Rigby en las calles de Londres ha conmocionado a toda Europa, pero en Bélgica el impacto empieza a cobrar mayor intensidad. El corazón de la UE descubrió ayer la existencia de una inquietante conexión entre uno de los autores del crimen terrorista y Sharia4Belgium, una organización desmantelada recientemente en el país por sus vínculos yihadistas. El punto en común es Anjem Choudary, un clérigo radical acusado de adoctrinar a Michael Adebolajo, el integrista que justificó ante las cámaras la ejecución del militar. Choudary también está considerado el mentor del conocido líder del grupo fundamentalista belga desarticulado por la Policía el mes pasado.
El clérigo radical, que tiene prohibida la entrada en Francia, ha recorrido varios platós televisivos británicos en los últimos días. En una de estas entrevistas, concedida a un programa nocturno de la BBC, rechazó condenar el asesinato del soldado e insistió en denunciar la política exterior de Reino Unido. «Al ver lo sucedido me quedé impactado, pero no creo que muchos musulmanes estén en desacuerdo con lo dicho en el vídeo», remarcó en referencia a la soflama islamista de Adebolajo con las manos ensangrentadas. El Gobierno británico y la oposición laborista criticaron abiertamente a las televisiones por propagar el discurso de Choudary, que admitió haber participado en varias reuniones con el terrorista.
Aunque no se conocen demasiados detalles de su relación, el clérigo británico también ha servido de inspiración para Fouad Belkacem, líder de Sharia4Belgium. Choudary acaparó la atención de las autoridades belgas la semana pasada tras colgar un vídeo en internet en el que amenazaba directamente al país. «Si los musulmanes son perseguidos, habrá una revolución y solo Alá sabrá cuáles serán las consecuencias para Bélgica», clamó junto a un colaborador. El religioso reaccionó con esta virulencia a la detención de Belkacem apenas unas semanas antes. El cabecilla belga fue arrestado dentro de una espectacular operación contra el núcleo de su organización en la que intervinieron 225 agentes.
La Policía federal empezó a investigar a Sharia4Belgium ante la sospecha de que respaldaba actividades terroristas. La intervención se precipitó por el intenso debate que se ha producido en el país a lo largo de los últimos meses. En este tiempo, el goteo de información sobre jóvenes belgas que viajan a Siria para combatir al régimen de El-Asad ha sido incesante. Oficialmente, se estima que 33 musulmanes se han desplazado a Damasco, pero se teme que la cifra real pueda rondar los 200. La mayoría de ellos se han integrado en las filas de las milicias islamistas y salafistas. El miedo del Gobierno belga y del resto del espectro político es que todos estos voluntarios, que han acumulado experiencia militar, puedan intentar algún ataque tras su regreso al país.
Reclutamiento con comida
El desmantelamiento de Sharia4Belgium tuvo mucho que ver con su posible implicación en el envío de yihadistas a Siria. Una comuna de Bruselas limitó recientemente la entrega de comida con fines caritativos ante la sospecha de que los repartos se utilizaban para captar a jóvenes combatientes. Se cree que un simpatizante de la organización encabezaba el reclutamiento.
El propio líder del grupo cuenta con una amplia experiencia en la llamada 'street dawah'. Belkacem, que habla inglés, francés, neerlandés y árabe, recorría la calles de Amberes junto a varios seguidores para animar a los musulmanes a abrazar su visión del islam. De origen marroquí, el predicador tiene un largo historial delictivo que incluye condenas por robo y tráfico de drogas.
El frente sirio no es el único que ha sobresaltado a Bélgica en las últimos meses. A finales de marzo, la Policía abatió a un sospechoso de terrorismo en plena autopista entre Bruselas y Lille. El fallecido, que también tenía antecedentes por robo, murió en un tiroteo tras una persecución en la que llegó a golpear con su coche a una de las patrullas que le ordenaba detenerse.
La mayor sorpresa, sin embargo, llegó en el posterior registro de su casa. Los agentes encontraron un arsenal paramilitar con ametralladoras, explosivos, máscaras de gas y hasta un casco especial con visión nocturna. No está claro qué preparaba, pero se especula con que pudiera tratarse de un lobo solitario al estilo de Mohamed Merah, el joven que mató a siete personas en el sur de Francia.