Los emprendedores no podrán desgravar el IVA hasta pagar sus propias facturas
La ley crea deducciones del 20% en el IRPF para los particulares que aporten capital a la creación de empresas
MADRID. Actualizado: GuardarEl Consejo de Ministros dio luz verde ayer al esperado anteproyecto de Ley de Emprendedores, una norma que pretende facilitar la actividad a millones de pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos. La norma, incluida en el Plan Nacional de Reformas, pretende influir en todas las facetas de una empresa desde su creación, régimen fiscal, relaciones con las administraciones públicas e incluso prevé vías para facilitar la resolución de conflictos, su quiebra 'controlada' y medidas de segunda oportunidad para el empresario.
El capítulo más esperado por los emprendedores es el de beneficios fiscales. Entre ellos destaca el nuevo régimen de tributación por IVA -el llamado IVA de caja-, un compromiso electoral que el Gobierno había retrasado y que consistirá en que ningún empresario estará obligado a adelantar a Hacienda el IVA de las facturas emitidas. Cuando entre en vigor esta reforma el 1 de enero de 2014, los autónomos y pymes con facturación inferior a dos millones de euros anuales «no tendrán que pagar el IVA de las facturas hasta que las cobren», sentenció la vicepresidenta del Gobierno.
Sin embargo, la introducción de esa medida, celebrada por los colectivos interesados, trae consigo una contrapartida. Los emprendedores que decidan acogerse a este beneficio tampoco podrán deducir el IVA soportado en las adquisiciones que realicen en el marco de su actividad hasta que paguen a sus propios proveedores. Es decir, por un lado el Gobierno garantiza que no deberán pagar el impuesto mientras no cobren la factura, pero por otro establece que tampoco podrán desgravarlo mientras no abonen sus deudas.
Soraya Sáenz de Santamaría explicó que la norma introduce así una «salvaguarda en beneficio de aquellos a quienes los empresarios puedan deber». De lo contrario, la norma podría suponer un «incentivo» al retraso interesado del pago de facturas. «Premiamos al cumplidor», resumió la número dos del Ejecutivo, que cree que este «cambio de filosofía» beneficiará a 2,3 millones de emprendedores.
La asociación de trabajadores autónomos (ATA) ve cumplida una de sus «reivindicaciones históricas». Considera que así los emprendedores «dejarán de financiar al Estado» y solo tributarán por los productos o servicios facturados y cobrados. «Solo el año pasado, los autónomos adelantaron 1.000 millones de IVA de facturas que no cobraron y que ni siquiera saben si van a cobrar», aseguró este colectivo.
La patronal de las pequeñas empresas (Cepyme) también celebra que se haya dado respuesta a esta «demanda histórica». Sin embargo, «lamenta» que esa facilidad no se extienda a las empresas con ventas de hasta seis millones. Una mayor holgura que también pidió CEOE para ayudar a compañías con «nivel de facturación mayor».
Capital 'semilla'
El capítulo de incentivos fiscales va más allá del IVA. El anteproyecto trata de buscar nuevos viveros de crédito para financiar el desarrollo de las empresas. Así, establece una deducción del 20% en la cuota estatal del IRPF para los particulares que colaboren, mediante aportaciones de capital, a la creación de negocios. El límite a esa desgravación por 'capital semilla' queda fijado en 20.000 euros anuales. Y se exime de tributar por los beneficios logrados si son reinvertidos en otras iniciativas.
La futura ley fija deducciones de hasta el 10% en el impuesto de Sociedades para las empresas que reinviertan sus beneficios en la actividad económica. Además, amplía la deducción por I+D, para que no se pierda: si una empresa en un determinado ejercicio no logra beneficios podrá solicitar su recuperación más adelante.
La norma pretende también simplificar las cargas administrativas al crear una empresa. Hoy los trámites burocráticos dilatan el proceso hasta unos 28 días y obligan a llevar a cabo una decena de gestiones. El Gobierno quiere reducirlas al mínimo mediante la centralización de las actuaciones, para acortar el plazo al «entorno de las 24 horas».