Harry Potter sí que vende escobas

Harry Potter es un mago, sí, pero de las finanzas. ¿Cómo si no se puede entender que alguien pague 150.000 libras (176.120 euros) por un libro sobre las aventuras de un aprendiz de hechicero de pocos años. Pues alguien lo ha hecho. Alguien tiró de chequera y desembolsó un potosí por hacerse con un ejemplar repleto de anotaciones de J. K. Rowling, la autora de la saga más rentable de novelas fantásticas. La casa de subastas Sotheby's, en Londres, subastó el lunes una primera edición de 'Harry Potter y la piedra filosofal' y un lector con el riñón forrado acudió al reclamo. No se trata de un incunable. La novela en cuestión se publicó en 1997, lo que para los amantes de las joyas bibliográficas significa que apareció hace dos días. El valor reside en la caligrafía de Rowling, cuya letra se cotiza como si perteneciera a un copista medieval.

Las notas de la escritora menudean a lo largo de 43 páginas. Los apuntes son muy variados: van desde comentarios de las diferentes peripecias que le suceden a Harry Potter en las siete entregas que han sido dadas a la imprenta hasta menciones a las adaptaciones cinematográficas del personaje.

Las aclaraciones manuscritas no exceden de las 1.100 palabras. Si se hacen cuentas, cada palabra sale a 160 euros, un emolumento que para sí quisieran muchos autores de 'best sellers'. Nunca una línea estuvo mejor retribuida. Para consuelo de envidiosos, la recaudación de la puja se destinará a una causa benéfica e ingresará en las arcas de la asociación literaria English PEN, que promueve la libertad de expresión. Del ambiente de la subasta se sabe poco, apenas que el público de la sala enmudeció cuando varios compradores se enzarzaron en una puja ascendente. Al final la pieza se la adjudicó un pujador que apostó por teléfono, con lo que se ahorró un sinfín de miradas ávidas.

Gracias a los desahogos que J. K. Rowling dejó plasmados en los márgenes del libro, el lector se entera incluso de la vida sentimental de la novelista. Por ejemplo, se desvela que la autora se sacó del magín el 'quidditch', el deporte que se juega a horcajadas de escobas que se desplazan de manera vertiginosa, tras una disputa amorosa. A Rowling se le encendió la luz en un modesto hotel de Manchester, todavía escocida por las destemplanzas del amor.

El ejemplar que hará las delicias de un lector devoto de Harry Potter cuenta con 22 ilustraciones bosquejadas por Rowling y que muestran personajes, objetos y escenas de la historia. Tan pronto se asoma a las páginas un diminuto Harry Potter que se arrebuja con mantas frente a la puerta de la casa de sus tíos, como aparece una pelota con alas giratorias doradas, lo que en la jerga harrypotteriana se llama 'snitch'. Como se ve, los hablantes del klingon, la lengua del universo de 'Star Trek', no son los únicos lunáticos.

El libro subastado es toda una rareza. Solo existen 500 primeras ediciones de 'Harry Potter y la piedra filosofal', lo que convierte cada ejemplar en un objeto de culto para esa religión que tiene por dios a un mago en prácticas.