Cuando el sueño se encuentra en Azerbaiyán

El fútbol femenino no es ajeno a la crisis que atraviesa España, donde se superan los seis millones de parados, y cada vez son más las profesionales que buscan una oportunidad en el extranjero. Patricia González (Madrid, 1987) es uno de los ejemplos. Tiene claro lo que quiere conseguir y no le ha importado irse hasta Azerbaiyán para cumplir su sueño. Y es que esta joven madrileña, exentrenadora del Rayo Vallecano 'B' no se lo pensó dos veces cuando recibió la llamada para dirigir a la selección sub-19 del país más grande en la región del Cáucaso. «Era una oportunidad que no podía dejar pasar y la gente que me rodea me apoyó desde un primcipio», asegura desde Georgia, donde se encuentra concentrada con el combinado azerí. Hizo las maletas y en cuestión de días cambió Madrid por Bakú, más de 5.500 kilómetros de distancia. Un ejemplo de valentía para aceptar este gran reto.

«Como muchos estamos haciendo por desgracia hay que marcharse fuera. Para una mujer es muy complicado vivir en España del fútbol femenino y había que buscarse la vida. Aquí la Federación me ha dado muchas facilidades para hacer la estancia más fácil, con viajes a España a menudo y flexibilidad en el calendario.», reconoce encantada. Patricia admite que era poco o nada lo que sabía de su nuevo destino así que lo primero que hizo al conocer el interés por hacerse con sus servicios fue «buscar información del país y saber qué tipo de fútbol se practica por allí». No hay extranjeras, no llegan a las 1000 licencias federativas en todo el país y el nivel todavía es bajo, sin embargo, la madrileña considera que «se está trabajando mucho en la promoción del fútbol femenino. Trabajar la base es lo más importante y estamos haciendo un esfuerzo en ello».

Lleva en el país azerí desde febrero y antes de marcharse estaba cosechando una notable temporada, dejando al Rayo Vallecano 'B' en una excelente quinta posición. «Tuve que decir un hasta pronto, nunca un adiós; sin duda, fue lo más complicado. »

Esta apasionada del fútbol ha aprendido desde la base. Asidua a las convocatorias de la selección madrileña, vio frenada su progresión futbolística a raíz de una lesión de espalda. Con 22 años sufrió la cara más amarga del deporte. Pero eso no la detuvo y a través del título de entrenadora siguió vinculada a su gran pasión: el fútbol. Tras pasar por diferentes categorías en el Rayo, esta temporada se había encargado del segundo equipo, que milita en la Segunda División femenina, y en unos cuantos meses, ella y su cuerpo técnico, calaron hondo en el vestuario.

Patricia hace hincapié en que allí ya se celebró un Mundial Sub-17 y admite que «la organización es muy buena y las instalaciones son espectaculares». Sobre su lugar de residencia, vive en apartamento en Bakú, afirma que se encontró «una ciudad muy segura y la gente me trata genial. Es una cultura diferente pero a diferencia de lo que muchos pueden pensar, la realidad es que son muy tolerantes».

Ahora su objetivo, además de poder dedicarse a lo que más le gusta, es conseguir la clasificación para la Eurocopa sub19 que se disputará en Austria el próximo mes de septiembre y donde se tendrán que enfrentar en la primera fase a Croacia, Israel y ante los anfitriones.