Fin de la condena atlética
Los rojiblancos se vengan en el mejor momento de casi 14 años de sinsabores ante el eterno rival
MADRIDActualizado:En un momento cumbre como el vivido este sábado con un título en juego, el Atlético se ha liberado de una larga condena que le perseguía en el torneo de la regularidad y en eliminatorias. Su incapacidad para derrotar al Real Madrid, su complejo de inferioridad, no encontraban parangón. Ni siquiera las humillaciones sufridas por el eterno rival cuando visita tierras alemanas se podían asemejar. El 'Cholo' Simeone pudo romper en la final de Copa una racha que provocaba hilaridad. Eran ya casi 14 años sin que los colchoneros superasen al vecino rico de la capital. En 25 partidos, nada menos que 19 derrotas y apenas seis empates. Han tenido que pasar nada menos que 183 jugadores, 19 técnicos y cerca de 40 goleadores para volver a ver un triunfo atlético.
Desde el 1-3 firmado por el equipo de Claudio Ranieri, el 30 de octubre de 1999, con dos goles de Hasselbaink y uno de José Mari meses antes de que el Atlético descendiera al 'infierno', no había más que sinsabores para los del Manzanares. En la víspera de la final, dijo Paulo Futre, un mito atlético, que la victoria era necesaria para el desquite de esos adolescentes que no habían visto ganar a su 'Atleti' y ahora podrán vengarse de las pesadas bromas de sus amigos madridistas. Estos niños habían celebrado dos 'Europas League' y dos Supercopas' continentales en los últimos años, pero desde que nacieron no habían conocido un derbi exitoso. Pura contradicción.
Desde el aterrizaje de Simeone el Atlético ha experimentado un crecimiento exponencial y se ha clasificado para la máxima competición continental después de tres años ausente, pero la afición no era dichosa ni podía volver a presumir de ser hincha de un equipo grande hasta que no viera sometido a su gran adversario. El 'Cholo' había sucumbido en los cuatro partidos directos ante Mourinho pero le ganó la batalla más importante. Ningún miembro de la actual plantilla atlética había superado al enemigo con la camiseta rojiblanca hasta el 17 de mayo de 2013, el día de los 'indios'.
Para el preparador argentino, el Madrid era una especie de maldición, ya que tampoco había logrado derrotarle cuando era un centrocampista con carácter, fuerza y llegada que jugó cuatro temporadas y media, en dos etapas diferentes, y que ganó el 'doblete' con el Atlético en la 95-96. En cambio, sí fue capaz de imponerse a los merengues con los colores de otro equipo, primero con el Sevilla en el Sánchez Pizjuán (2-0 en la 92-93) y después con el Inter de Milán (3-1 en la edición 98-99 de la Liga de Campeones). Ya puede dormir tranquilo.