Rajoy rechaza un gran pacto nacional y asegura que sabe «lo que hay que hacer»
Gobierno y agentes sociales acuerdan en la primera reunión unidad de acción ante Europa y negociaciones parciales en pensiones y empleo
MADRID.Actualizado:El Gobierno «tiene un rumbo fijado y sabe lo que hay que hacer». Con estas palabras el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, alejó cualquier posibilidad de cambiar su política económica y alcanzar el gran pacto nacional que le piden los sindicatos y la oposición. Con «16 meses de retraso», como señaló el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ayer se celebró la primera reunión de la legislatura para impulsar el diálogo social entre el Gobierno y los agentes sociales. No hubo acogida favorable por parte del Ejecutivo ni de la patronal a la propuesta de UGT y CC OO para alcanzar un gran consenso nacional por el empleo, pero sí se aprobó constituir grupos de trabajo para debatir medidas en materia de pensiones, protección social y empleo.
El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, reconoció que no se pierde el tiempo por hablar y que no van a rechazar ninguna posibilidad de diálogo. Aun así, alertó de que la situación económica y social española es de «emergencia» y que no bastan acuerdos parciales. Por ello, reclamó «altura de miras y liderazgo, y el liderazgo lo debe poner el Gobierno».
Rajoy no explicó por qué no ve escenario para un pacto de Estado, y se limitó a decir que no hay que dar «tanta importancia a las palabras». No obstante, recordó que todas las normas aprobadas por el Gobierno no han recibido el apoyo del PSOE, como las leyes de estabilidad presupuestaria, desahucios, reestructuración financiera o los ajustes de gasto. «Es que no hemos encontrado el apoyo en nada», lamentó para, a continuación, considerar inviable las propuestas del PSOE porque implica aumentar todas las partidas de gastos. «Hay que fijarse objetivos realistas», aseguró.
«No voy a negarle a nadie la posibilidad de llegar a un entendimiento», dijo Rajoy, «pero lo que no debo hacer es no tomar aquellas decisiones que son las que necesita la economía española». No todo el Gabinete goza de tan rotunda convicción sobre el rumbo fijado. Recientemente, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, admitió que conocían qué pasó en las crisis anteriores, pero en la actual «no sabemos cuál es la solución, y lo que es peor, empezamos a pensar que lo que estamos haciendo no es suficiente».
La reunión de tres horas de duración con los líderes sindicales, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO, y Cándido Méndez, secretario general de UGT; el presidente de la CEOE, Juan Rosell; el presidente de Cepyme, Jesús Terciado; y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sirvió para acordar una «unidad de actuación» ante Europa para reforzar los intereses nacionales en el ámbito comunitario. En concreto, para reclamar el avance en la unión bancaria y fiscal, medidas de estímulo en el presupuesto comunitario que contribuyan a la actividad económica y a la creación de empleo y más financiación para inversiones y pymes por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Rajoy declaró que le «reconforta» el apoyo de los agentes sociales ante Europa, así como que hayan reafirmado el compromiso de moderación salarial y de beneficios al que llegaron en enero de 2011 para mejorar la competitividad y el empleo.
En este ámbito, se comprometió a que el Gobierno tomará las medidas que pueda para contener los precios públicos y aludió al efecto que tendrá la futura ley de desindexación de precios.
Entre las negociaciones parciales que se llevarán a cabo estarán el seguimiento de la estrategia de emprendimiento y empleo joven, el análisis de la evaluación de la reforma laboral que realizará el Gobierno y el factor de sostenibilidad de las pensiones. En este último punto, «tan sensible», para la sociedad, el presidente del Gobierno pidió «la máxima colaboración». Sin embargo, no dio por hecho que se puedan alcanzar acuerdos, «ya veremos», señaló, para apuntar que tampoco «pasa nada» si no los hay: «el Gobierno tiene que asumir sus responsabilidades».
Por su parte, el presidente de CEOE, Joan Rosell, aseguró que la patronal va a «intentar facilitarle las cosas» al Ejecutivo, tal y como se las «facilitó al Gobierno anterior». Y anticipó que procurarán pactar la reforma de las pensiones y otras medidas con una «actitud constructiva y comprensiva con el Gobierno». Por eso, señaló no han pedido rebajas fiscales, aunque sí crear una cuenta fiscal para compensar vía cotizaciones los retrasos en los pagos procedentes de la Administración.
El líder de los empresarios defendió que las negociaciones sean parciales porque sería «difícil» un pacto global: «Mejor que abramos dos mesas y que funcionen, a que abramos 17 y no funcionen».