Dimite el gerente de un hospital por enchufar a su madre para una operación

El gerente del Hospital de Hellín (Albacete), José Luis Sánchez Plaza, presentó ayer su dimisión después de que trascendiera que hace varias semanas desplazó a un equipo médico desde el Hospital de Albacete hasta el de Hellín -a 70 kilómetros- para operar a su madre de la columna vertebral -especialidad que no se practica en este último centro- y en horario de tarde, cuando los quirófanos del hospital hellinero están cerrados.

El enchufe del que se benefició la madre del gerente ahora dimitido no solo provocó la indignación del PSOE castellano-manchego, sino también la de los sindicatos con representación en el Área de Salud de Albacete, que durante días han exigido su dimisión o cese. Los hechos tuvieron lugar en la tarde del pasado 24 de abril, cuando dos médicos, un enfermero y un instrumentista del Hospital de Albacete, se desplazaron a Hellín para operar a la madre del gerente. La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha trató de restarle importancia argumentando que la cirugía era necesaria «para evitar problemas irreversibles» en la mujer, que el cirujano no cobró por la intervención y que no se alteró la lista de espera para la patología de hernia discal lumbar.

Sin embargo, más tarde se confirmó que la paciente no estaba en lista de espera y que su centro de referencia no era el Hospital de Hellín sino otro de Cataluña, pues reside en Barcelona. José Luis Sánchez Plaza reconoció ayer su «error», que atribuyó a su «preocupación» por el estado de su madre.

Por su parte, según José María Samaniego, vocal del Sindicato Médico de Castilla-La Mancha, que fue quien denunció estos hechos, lo ocurrido con la madre del hasta ahora gerente del Hospital de Hellín no tiene justificación pues, además de tratarse de un caso de trato de favor, desplazó desde Albacete un equipo de Neurocirugía cuando hace meses «prescindió de una veintena de profesionales sanitarios en la última reducción de plantilla acometida en la sanidad pública de esta región». «Fueron a la calle dos médicos digestivos, un médico de análisis clínicos, un oftalmólogo, un rehabilitador, un ginecólogo, cinco ATS y seis auxiliares», recordó el Sindicato Médico de Castilla-La Mancha.