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POLÉMICA

El 'infierno' rosa

La apertura al público de la nueva casa de Barbie en Berlín reúne a decenas de manifestantes en contra del sexismo y el materialismo superficial que la muñeca estrella de Mattel simboliza

M. A.
MADRIDActualizado:

La Casa de los Sueños de Barbie ha sido uno de los juguetes más codiciadas durante cuatro décadas. Debutó en 1962, proporcionando a las niñas el telón de fondo perfecto para "jugar a las casitas" con su muñeca preferida y, desde hoy, se ha convertido en una realidad. Una réplica a tamaño real, con todo el rosa y la cursilería posible, acaba de abrir sus puertas en la famosa plaza de Alexanderplatz, en el antiguo Berlín del Este, en medio de protestas. Lo que para muchas niñas es el "mayor sueño", para algunos padres es el "infierno rosa" y para los activistas "un escándalo".

"Presentan una imagen de una mujer que cocina, se arregla y canta, como si de cierta forma fuera satisfactorio", ha dicho una de las manifestantes a las las puertas de la casa de la polémica ante la atónita mirada de algunas niñas que han visto como su día de ensueño se truncaba en decepción y miedo. "La Casa de Ensueño de Barbie es la expresión de un ejemplo convencional a seguir que no es correcto", ha asegurado otra activista, según publica 'Der Spiegel'. Entre los aireados protestante varias asociaciones feministas, opacos grupos de izquierda y particulares indignados con un denominador común: están en contra del sexismo y el materialismo superficial que, a su juicio, la veterana muñeca simboliza.

El movimiento ha creado incluso una página en Facebook, 'Occupy Barbie Dreamhouse' (Invadamos la Casa de Ensueño de Barbie), que tiene como imagen de portada a una chica de cabello oscuro que dice: “¡No soporto el rosa!” y que cuenta ya con más de dos mil seguidores. Su creador, Michael Koschitzki, critica la imagen de la mujer que se transmite a las niñas. "En este mundo parece que sólo pueden elegir entre dos caminos: ser modelos o estrellas del pop", declaró al diario 'Bild'. Sin embargo, desde Mattel se defienden de las acusaciones: "Barbie ya no es sólo una mujer guapa, sino también puede ser una cirujana plástica o una candidata a la presidencia".

Un 'sueño' hecho realidad

Quienes visiten esta mole prefabricada podrán sentarse en la cocina de la rubia más famosa de Mattel y comer sus 'cupcakes', o tocar el piano rosa de su salón, ver su cama con dosel, admirar su armario con 250 pares de zapatos o su baño, mesa de maquillaje incluida, todo de color rosa, incuidas las luces.

Las entradas van desde los doce euros para niños hasta los quince para adultos. Por un precio extra, las interesadas podrán además probarse los vestidos de Barbie y desfilar por una pasarela o actuar en un escenario como una estrella de pop.

Una oportunidad para las más fervientes admiradoras de Barbie, que podrán rememorar sus fantasías de niña en la casa de muñecas con la que siempre soñaron.