Miembros de la oposición combate a las fuerzas de EL-Asad, en Deir al-Zor (arriba). Captura del video difundido por Sakkar (decha). :: REUTERS
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«Nos comeremos vuestros corazones e hígados»

La oposición y el régimen sirio condenan el vídeo en el que un comandante rebelde muerde el pulmón de un soldado

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Abu Sakkar, nombre de guerra de Khalid al-Hamad, está orgulloso del vídeo en el que aparece extirpando el corazón y un pulmón de un soldado enemigo y dándoles un mordisco ante la cámara antes de jurar «por Dios que nos comeremos vuestros corazones e hígados, los de los soldados del perro de El-Asad». El comandante rebelde, fundador de la Brigada Al-Farouk, una de las más importantes de la oposición armada con especial presencia en la provincia de Homs, conectó vía Skype con la revista 'Time' para reconocer el salvaje incidente. «Esperamos masacrarlos a todos (en referencia a los sirios alauíes, secta a la que pertenece el presidente). Tengo otro vídeo que les enviaré en el que estoy cortando con una sierra el cuerpo de un 'shabiha' (paramilitar). La misma que usamos para árboles. Le corto en trozos pequeños y grandes», aseguró.

La guerra en Siria se documenta a través de dispositivos móviles y cada bando cuelga sus atrocidades en la red para «intimidar al adversario» señaló Al-Hamad, «pero nunca llegarán al nivel de Abu Sakkar», confesó usando en todo momento su nombre de guerra. El comandante opositor trató de justificar sus acciones ante la prensa internacional que «no está viendo lo que vemos, ni está viviendo lo que vivimos». «¿Dónde están mis hermanos, mis amigos, las mujeres de mi barrio que fueron violadas. Dios les bendiga a todos ellos», dijo, al tiempo que apeló al «ojo por ojo, diente por diente». Respecto a la víctima que aparece en la grabación que ha conmocionado a la opinión pública internacional, el comandante aseguró a 'Time' que «le quité el teléfono y guardaba un vídeo en el que estaba humillando con un palo a una mujer y sus dos hijas, totalmente desnudas».

Cada día aparecen en Internet imágenes de ejecuciones, mutilaciones y demás vejaciones de las que ambos bandos se acusan mutuamente, pero resulta imposible poder comprobar los hechos de forma independiente. En este caso la organización Human Rights Watch (HRW) aseguró haber tenido acceso a una copia del vídeo original sin editar y a distintas fuentes insurgentes que corroboraron los hechos. «La mutilación de los cuerpos de los enemigos es considerado un crimen de guerra, pero el problema más grave es el rápido empeoramiento de la retórica sectaria y la violencia», declaró el director de emergencia del organismo internacional, Peter Bouckaert, tras confirmar la autenticidad de un documento que mereció la condena de partidarios y detractores de El-Asad.

Defensa de la dignidad

La Coalición Nacional Siria, principal alianza opositora en el exilio, emitió un comunicado de condena de un acto que «no está relacionado con la moral del pueblo y los principios del Ejército Libre Sirio (ELS), que defiende la dignidad del ciudadano» y subrayó que se trata de un crimen, «sea quien sea el que haya cometido esa acción». Mientras, el Consejo Supremo Militar emitió una orden de arresto contra Al-Hamad.

El problema de estos organismos es que no tienen control sobre lo que ocurre sobre el terreno y las distintas brigadas que actúan bajo el paraguas del ESL son autónomas. Este descontrol y la falta de medios son dos de las causas que han permitido instalarse con fuerza entre los opositores armados a grupos como el Frente Al-Nusra, brazo de Al-Qaida en Siria, cuya ideología cada día gana más adeptos.

No es la primera vez que aparecen documentos de este tipo relacionados con la oposición armada, antes del vídeo de Abu Sakkar mordiendo el pulmón de un soldado enemigo y jurando muerte a los alauíes, en diciembre apareció otro de un niño de once años decapitando a un oficial del Ejército, brutalidad en una guerra que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ya ha costado más de 94.000 vidas.