La victoria de los muertos en Bangladesh
El Gobierno aumentará el salario mínimo de los trabajadores del sector textil y marcas internacionales firman un acuerdo sindical
Actualizado:Las 1.127 víctimas mortales del derrumbe del Rana Plaza no fallecieron en vano. Después de la mayor tragedia industrial del país, el Gobierno de Bangladesh anunció ayer que aumentará el salario mínimo de los trabajadores del sector textil, que actualmente está en 3.000 takas (29 euros) y es el más bajo del planeta, y que creará un panel de expertos para que, en el plazo máximo de tres meses, decidan también qué otras medidas se han de tomar para garantizar la seguridad de los operarios. «No hay duda de que se mejorarán las condiciones laborales», aseguró el ministro de Textiles, Abdul Latif Siddique.
Por su parte, las grandes multinacionales que fabrican prendas en Bangladesh anunciaron ayer que también pasarán por el aro y que se adherirán al acuerdo sobre incendios y seguridad promovido por IndustriAll, la principal agrupación sindical del país. A pesar de las reticencias iniciales -hace meses Inditex aseguró que estaba trabajando en su propio estándar laboral-, y gracias a la presión que ha ejercido el público tras la masacre del Rana Plaza -más de un millón de personas en todo el mundo han firmado la petición de la Campaña de Ropa Limpia para que mejore la seguridad de los empleados de las fábricas-, tanto Inditex como H&M y C&A han decidido firmar el protocolo.
Teóricamente, así se prevendrán tragedias como la de hace tres semanas y como la que en noviembre del año pasado dejó más de 110 muertos cuando se incendió la fábrica de Tazreen Fashions. «El objetivo del acuerdo es el compromiso de pagar a las empresas las renovaciones y reparaciones necesarias para hacer seguras las instalaciones», explicó el secretario general de IndustriAll, Jyrki Raina. «Al firmar este acuerdo se comprometen a colaborar con los sindicatos para abordar las causas fundamentales que provocaron las horrendas condiciones laborales de los trabajadores textiles de Bangladesh. Nos aseguraremos de que el precio pagado por los trabajadores del Rana Plaza, en el mayor caso de homicidio industrial, no sea olvidado», sentenció.
Condiciones «básicas»
Los principales responsables de la Campaña de Ropa Limpia también se muestran esperanzados, y hacen hincapié en que el acuerdo que firmarán las multinacionales textiles más importantes es «legalmente vinculante y transparente».
Eva Kreisler, coordinadora de la Campaña en España, es consciente de que «las empresas participantes tendrán que asumir cierto coste económico e implicar a sus proveedores», pero, en declaraciones a este periódico, considera que «lo que se exige son solo condiciones que en cualquier otra parte resultan básicas». Ahora, Kreisler espera que el inmenso precio humano que se ha pagado marque un punto de inflexión desde el que se pueda comenzar a hacer bien las cosas.