«ETA le considera objetivo; para pagar mande un SMS»

Jorge G. V, un sevillano de 38 años, tendrá que cumplir siete años y medio de prisión por mandar falsas cartas en nombre de ETA a diez empresarios residentes en Madrid y pedirles el pago del impuesto revolucionario, entre 15.000 y 50.000 euros, bajo amenaza de ser objetivo del "brazo armado" de la organización terrorista.

El condenado mandó diez cartas en enero de 2008, pero ninguno de los receptores, pese al temor causado -según recoge la sentencia- accedió a pagar la cantidad reclamada, quizá porque el acusado fue detenido por la Policía días después del envío de las misivas.

Estas cartas llevaban el logotipo de ETA y señalaban que la banda les hacía saber "que eran responsables de la actual situación de conflicto entre Euskal Herria y el Estado español y eran objetivo de su accionar armado (sic), con todo lo que esto conlleva".

Y añadía que "para pagar esta cantidad, debe enviar un Mensaje SMS al teléfono móvil 693XXXXXXX indicando su nombre y apellidos y su número de teléfono móvil. Recibirá las instrucciones de pago por esa misma vía y tiene 24 horas para pagar". Las misivas concluían con una advertencia: "Puede que se sienta seguro, pero créame que no lo está".

Por estos hechos fue condenado Jorge G. V. por diez delitos de amenazas -dos años y seis meses de prisión por cada uno, en total 25 años, de los cuales solo cumplirá siete años y medio- y absuelto el otro procesado, Michael P. M. R., un ciudadano brasileño de 28 años después de que el jurado popular le declarara no culpable por seis votos a tres.