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Despedida por la puerta grande
El Portuense cierra el curso en su estadio con un nuevo triunfo
Actualizado: GuardarEl Racing Portuense cerró de manera brillante su participación en el José del Cuvillo durante la presente temporada. Bien es cierto que en juego únicamente estaba el honor de cerrar el curso en Valdelagrana con buena nota, pero los pupilos de Mere demostraron orgullo y compromiso (con la camiseta y con la competición) para completar el curso.
Y una vez más, el Mairena salió beneficiado del espíritu luchador de un equipo que hace dos años posibilitó la entrada de los alcoreños en el ‘play off’ de ascenso a Segunda B al superar en El Puerto al Algeciras. Ayer su víctima estaba al otro lado del Estrecho. El Atlético de Ceuta perdió todas sus opciones de luchar por subir de categoría al caer en tierras portuenses y los blanquinegros saltaron al césped del Antonio Barbadillo sin presión.
Los visitantes, que no pudieron contar con su técnico Álvaro Pérez al someterse a una intervención quirúrgica, entraron fríos y sin mordiente en la cita. Parecía que los locales se jugaban más que los de Ceuta en el envite y así llegó el primer gol. El canterano Neva aprovechó un rechace de Garrido, tras testarazo de Juanmi, y anotó su primer gol en el primer equipo. Premio al trabajo de la cantera y mención especial al incombustible Raúl López, que comenzó la jugada con una buena recuperación de balón y un pase medido.
Cinco minutos después se lesionaba Prieto y se apagaban definitivamente todas las luces de un desaparecido Atlético de Ceuta. Mientras, el Racing dominaba el encuentro sin complicaciones.
Sandro puso la incertidumbre
Pareció cambiar el decorado al inicio de la segunda mitad con un testarazo del eterno Sandro que no pudo detener Chico (52’). Los ‘caballas’, que justo antes habían pedido penalti por unas manos de Raúl López, soñaban con la épica.
Sin embargo, y aunque los foráneos adelantaron sus líneas, no pusieron en grandes aprietos a un seguro Chico.
Además, y por si fuera poco, el Racing recuperó las buenas vibraciones del primer tiempo y comenzó a gustarse. La afición lo agradecía a base de palmar y cánticos, y los discípulos de Mere merodeaban con insistencia el área rival.
Juanmi pudo hacer el segundo, pero la gloria estaba reservada para el madrileño Matallanas, que alojó el cuero en el fondo de las mallas al recoger una asistencia de Alberto, previo error de Garrido al blocar el esférico. Fue el remate para un Atlético de Ceuta sin brillo.