Barcelona sale de fiesta
La anécdota la protagonizó Piqué, a quien sus compañeros le quitaron los pantalones y le bajaron los calzoncillos para arrojárselos a la afición
BARCELONA Actualizado: GuardarAunque la afición del Barça se quedó algo planchada después de la contundente derrota ante el Bayern en ‘Champions’, y aunque la hinchada daba la Liga por ganada casi desde la primera vuelta, la ciudad de Barcelona se volcó este lunes con su equipo, para celebrar, como se merece y echándose en masa a la calle, el vigésimo segundo título de Liga en la historia del club.
Montados en un autobús de dos pisos, los jugadores recorrieron las principales calles de la capital catalana para agradecer y compartir con la afición el triunfo en un campeonato que a medida que pasan los días adquiere más valor entre la hinchada.
Se esperaba una celebración algo contenida, pero ni mucho menos. Los cientos de miles de barceloneses que tomaron el centro de la ciudad (medio millón, según la Guardia Urbana) ofrecieron un espectáculo que recordó al de hace dos años cuando el equipo conmemoró el doblete -Liga y ‘Champions’-. Entonces se habló de un millón de almas en la calle. La cifra fue menor esta vez, porque los forofos culés han ido saboreando la miel del triunfo poco a poco y no es lo mismo la alegría que se tiene tras vencer en una final o tras una Liga ganada en la última jornada. Pero la afición demostró que tenía ganas de fiesta. Por todo lo que han pasado Tito y Abidal, por Mourinho, malo oficial del barcelonismo, por el cetro reconquistado, y porque la Liga es la Liga. Fue el día de la alegría, de Barcelona teñida de azulgrana, pero sobre todo fue el día de los niños, los que más sufren, los que más lo viven. Este lunes tuvieron ocasión de ver de cerca a sus ídolos, a los que sólo ven por la televisión o en los álbumes de cromos.
Especialmente Messi, el favorito de la chiquillería. El argentino fue el más aclamado, aunque Leo, que recayó de la lesión en el Calderón, no pudo estar demasiado efusivo. Con una rotura en el bíceps femoral, el crack de Rosario, que dice adiós a la temporada, permaneció en un discreto segundo plano, apoyado a la pared y sin hacer grandes movimientos. A diferencia de algunos de los que celebraron una Liga por primera vez como Cesc, Bartra, Jordi Alba, Alexis o Adriano. Puyol, Xavi, Valdés o Iniesta, veteranos del equipo y con un currículum deportivo que asusta, demostraron que no importa que estén bastante acostumbrados a salir de rúa por la ciudad con la copa de campeones en el autobús porque lo celebraron a lo grande. Sobre todo Puyol, al que se le vio muy eufórico, achispado, ligero de ropa y guerrero con sus compañeros. O Piqué, que suele ser la voz cantante en estas citas y que protagonizó una de las anécdotas de la celebración. Saltaba y cantaba, cuando de repente fue asaltado por sus compañeros. Le bajaron los pantalones, le quitaron los calzoncillos y los arrojaron al público. Un buen recuerdo para la afortunada que se hizo con la prenda, que seguro que guarda como oro en paño. A Alves, ataviado con un gorro que le birló a un Mosso d’Esqudra, también se le vio bastante suelto.
También las chicas
Fue un gran fiesta, de unas tres horas, también por el equipo femenino que desfiló en un autobús que circulaba por delante del de los chicos, si bien solo fue el primer acto de una celebración que acabará el domingo que viene al término del partido contra el Valladolid en el Camp Nou. Allí sí, habrá fuegos artificiales y los clásicos parlamentos de los jugadores.
La cabalgata, mientras, estuvo marcada también por las palabras del director deportivo Andoni Zubizarreta, que horas antes empezó a dar pistas sobre las altas y bajas de cara al año que viene. Dijo que buena parte de las salidas las tiene claras, que aún tiene que hablar con Valdés para que le comunique sus intenciones, confirmó la renovación de Deulofeu, que el año que viene ya será del primer equipo, habló de Abidal, de quien dijo que no hay que mezclar lo personal con lo profesional, lo que deja entrever que el francés no seguirá y señaló que el club ya tiene un central (¿Thiago Silva?) apalabrado para el año que viene.