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Obama también será berlinés

El presidente de EE UU llegará a la capital medio siglo después del famoso discurso de Kennedy en el Ayuntamiento de Schöneberg

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará finalmente la capital alemana los próximo 18 y 19 de junio, una semana antes de que se cumpla el 50 aniversario del famoso discurso en el que el expresidente estadounidense John F. Kennedy pronunció la famosa frase 'Ich bin ein Berliner' (Yo soy un berlinés), en el Ayuntamiento de Schöneberg, en el entonces Berlín Oeste, el 26 de junio de 1963.

«La canciller se alegra por la visita», declaró el viceportavoz de la jefatura del Gobierno, Georg Streiter. «Se trata de una visita de trabajo, donde aún queda por concretar el programa», agregó Streiter en la tradicional rueda de portavoces del Ejecutivo, en la que anticipó que Obama y Merkel «tratarán un amplio espectro de asuntos bilaterales y globales, incluyendo una mayor profundización en las relaciones transatlánticas».

De acuerdo con la Casa Blanca, el presidente estadounidense viajará acompañado de su mujer, Michelle, en su primera estancia oficial como presidente. El verano de 2008, el mandatario pronunció un discurso ante la Columna de la Victoria (Siegelsäule) en el Tiergarten de Berlín cuando todavía era candidato en su primera elección.

En aquella ocasión, Angela Merkel rechazó su solicitud para que la alocución tuviera lugar en la Puerta de Brandenburgo, con la excusa de que aún no era presidente. La negativa de la canciller no impidió que Obama se dirigiera a una verdadera multitud. La 'obamanía' que hacía furor en aquella época congregó a más de 200.000 personas en el famoso parque de la capital alemana, a escasos metros de la Cancillería federal. En esta ocasión parece poco probable que Obama ofrezca un discurso en el emblemático monumento berlinés, aunque no se descarta que hable en otro lugar.

El anuncio de la visita pone también fin a las preocupaciones de algunos expertos que se preguntaban cómo era posible que Obama no hubiera encontrado aún un hueco para visitar oficialmente Berlín desde que fue elegido presidente por primera vez, en enero de 2009. Ya al frente de la Casa Blanca, el mandatario demócrata estuvo en dos ocasiones en Alemania: en 2009 en el marco de la cumbre de la OTAN en Baden-Baden y Kehl y, pocas semanas después, visitó Dresde, Weimar y a las tropas estadounidenses en Landstuhl, en el sureste del país.

El aparente desinterés de Obama por Berlín llevó al excanciller Helmut Kohl a criticar la política de Merkel. En su opinión, durante sus años en el poder nunca un presidente estadounidense se habría acercado a Europa sin visitar Alemania. Y esto ocurrió en 2011, cuando Obama pasó por Reino Unido, Francia, Irlanda y Polonia y desairó a la economía más grande de la Unión Europea.