Condenan al piloto Barberá y a su novia por agresión mutua en Jerez
El levantino se verá obligado a realizar trabajos sociales para conmutar la pena de seis meses de prisión al tener antecedentes; la discusión se produjo en un hotel jerezano
Actualizado: GuardarJerez se convirtió ayer de nuevo en capital informativa del motociclismo, cinco días después de la disputa del Gran Premio de España. Y no por un adelantamiento, un derrape o una caída. Ni por el pique Márquez-Lorenzo. El piloto de Moto GP Héctor Barberá saltó a la escena pública tras conocerse que había agredido a su novia jerezana, con la que se había quedado en la ciudad con motivo de la Feria.
El revuelo fue mayúsculo. Desireé Panal, que así se llama la pareja del levantino, acudió al centro hospitalario con varios hematomas, y tras salir los hechos fueron denunciados. Aunque Barbéra negó las acusaciones en un primer momento, por la tarde ambos fueron condenados tras un juicio rápido celebrado en el Juzgado de Violencia de Género de Jerez. El piloto a seis meses de prisión, conmutable por trabajos sociales al contar con antecedentes, y su novia a cinco meses de prisión, anulada al no contar con antecedentes penales.
El magistrado también ha impuesto una orden de alejamiento a ambos que les impide aproximarse a menos de 200 metros. Las condenas se han fijado a través de un acuerdo de conformidad, como apunta Europa Press.
Tras una denuncia recíproca por violencia doméstica, el piloto valenciano Héctor Barberá era detenido de madrugada por la Policía Nacional. La pareja del piloto apuntó que durante la celebración de la Feria de Jerez mantuvieron «una discusión de pareja» al comunicarle la mujer que «quería dejarlo y él no aceptaba». Al llegar al hotel continuó la discusión hasta que, en palabras de la joven, el piloto le «apretó del cuello» y la tiró al suelo.
La joven fue condenada a cinco meses de prisión por «pegarle un bocado» a su pareja en el transcurso de la discusión. Por su parte, la madre de la novia del piloto ha denunciado a las puertas del juzgado que Barberá, al que consideraba «un tipo genial», con el paso del tiempo «vejó psicológicamente» a su hija.
Tras insinuar que el piloto estaba «bebido» el día de los hechos, la mujer detalló que su hija apareció en el domicilio «con el cuello lleno de moratones», así como «una contusión en la cabeza y las manos y los tobillos llenos de hematomas».