Más de 2.400 familias sufrieron el desalojo forzoso de su vivienda habitual en 2012

El drama de los desahucios ya tiene cifras. Más de 2.400 familias sufrieron el pasado año el desalojo forzoso de su vivienda habitual, que seguían ocupando en el momento del lanzamiento, por no poder pagar a la banca las cuotas hipotecarias. La resistencia que presentaron al mandamiento judicial requirió la intervención de la fuerza pública en nada menos que 355 casos. En 2012 también se procedió a echar a los habitantes de 563 viviendas de otro tipo, en su mayoría segundas residencias, y también de alquiler, y en 109 de estas actuaciones participó igualmente la Policía.

Los datos proceden de la primera encuesta que el Banco de España lleva a cabo tras recabar datos de un conjunto de entidades bancarias que gestionan el 85% del total del crédito concedido a los hogares para compra de viviendas. No abarcan, por tanto, a la totalidad del sistema. El pasado año, 39.167 hogares entregaron su casa al banco acuciados por la necesidad, y 32.490 de ellas eran la residencia habitual, y con toda probabilidad única, de la familia que las habitaba. Sin llegar a la vía judicial, el deudor entregó de forma voluntaria las llaves en 18.325 viviendas principales.

La dación en pago, procedimiento en que el cliente negocia con la entidad bancaria la salida, con pérdida de las cantidades ya abonadas, pero sin arrastrar deudas futuras, se concedió en 14.110 viviendas habituales, el 43% de los domicilios principales entregados. De los 2.647 abandonos de otro tipo de residencias -segundas viviendas o pisos cedidos en alquiler- se alcanzó acuerdo para la dación en pago en 1.716.

La estadística ahora publicada recoge datos de 2012 e incluye, por tanto, los primeros efectos del real decreto de 15 de noviembre de 2012. Esta norma será reemplazada en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado la 'ley antidesahucios' que este mismo jueves aprobó el Senado y que no contempla la dación en pago generalizada, ni con carácter retroactivo, pero sí para familias vulnerables. El real decreto vigente desde mediados de noviembre hasta ahora paralizó por dos años los procesos de lanzamiento (la última fase del desahucio) y permitió seguir en el domicilio a aquellas familias que reunieran determinadas condiciones -numerosas, con hijos pequeños o dependientes a cargo, monoparentales, con sus miembros en desempleo y habiendo agotado la prestación- y cumplieran al tiempo otros requisitos económicos, como rentas bajas o inexistentes y que el pago de las cuotas les representara un elevado esfuerzo económico con relación a sus ingresos.

En general, los bancos han accedido voluntariamente a la dación en pago en casos de familias inmigrantes que se vuelven al país de origen. Con datos de un estudio del Colegio de Registradores de España, cuatro de cada diez daciones en pago se concedieron a extranjeros.

Lanzamientos

La banca ha informado de que, el pasado año, acudió a la vía judicial en 18.195 casos, 14.165 de ellos de primeras viviendas. Las entidades han detallado al Banco de España que, cuando se llevaron a cabo a los desahucios, en 11.760 residencias habituales la familia ya había abandonado el domicilio previamente, y lo mismo ocurrió en 3.467 pisos de otro tipo, incluidos los cedidos en alquiler. La proporción de viviendas vacías recuperadas por este procedimiento se elevó al 83%.

Las viviendas que se encontraban ocupadas cuando se procedió al lanzamiento eran 2.405 primeras residencias y 563 de otro tipo. En una mayoría de casos los habitantes abandonaron voluntariamente su alojamiento. Y las entidades bancarias han comunicado que fue requerida la intervención de la fuerza pública en 464 ocasiones.

El supervisor del sistema bancario ha intentado poner las cifras en el contexto de un parque de viviendas como el español, donde el número de hipotecas 'vivas' para la adquisición de vivienda se elevaba a 31 de diciembre de 2012, para las entidades de la muestra, a 6.770.083, de las que 6.140.645 correspondían al domicilio principal de los suscriptores. En proporción, el total de entregas de viviendas a los bancos por impago supone un 0,58% y baja al 0,53% en el caso de la vivienda habitual. También es significativo que el 85% de las hipotecas que dieron lugar a entregas judiciales en 2012 fueron suscritas en 2007 o antes, en tiempos de bonanza económica y altos precios de los inmuebles.